El 51% de los muertos en vías de Barranquilla son motociclistas
“No somos linces”, replica la especialista en seguridad vial Ana Marti, de la Universidad de Valencia (España) durante su conferencia en la IV Semana Mundial de Seguridad Vial. Explica que a altas velocidades, el cálculo de distancia que puede hacer el ser humano es “poco exacto”, que solo se decodifica el 20% de la información que se ve y que hasta un oso de peluche podría golpear con fuerza.
En Colombia, cada día mueren 18 personas en accidentes vehiculares. De acuerdo con el Observatorio de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, en promedio se presentaron unos 534 accidentes diarios en vías del país durante el año pasado. En total, las víctimas fatales se estiman en 6.680.
De estas cifras, si bien Atlántico representaría un 3.3% de la mortalidad y un 4.2% de la morbilidad (lesionados), los más afectados (43%) son quienes se movilizan en moto.
Sobre lo anterior, el director del Instituto de Tránsito del departamento, Carlos Granado, destacó que “por eso buscamos recursos para capacitar a la mayor cantidad de personas porque la gente está aprendiendo a manejar la moto casi de manera empírica”.
En Barranquilla el flagelo de accidentalidad en vías también golpea con mayor fuerza a los conductores y pasajeros en moto. Durante los tres primeros meses del año, se han presentado 28 casos de muertos, 11 de ellos corresponden a motociclistas y 10 a peatones, según lo personas en Colombia mueren cada día como víctima de un accidente de tránsito, según la ANSV. revelado por la Secretaría de Tránsito del Distrito.
De acuerdo con el jefe de esta cartera, Fernando Isaza, la “falta de cultura ciudadana y educación vial en los barranquilleros es muy baja”.
“Los accidentes de tránsito en la ciudad ocurren principalmente porque no se respetan las normas de tránsito, la señalización, los pares, la velocidad. Hay que sensibilizarnos en eso y no estar más preocupados en la imposición de multas”, indicó el funcionario.
Durante el primer trimestre, 11 personas en moto murieron.
En total se registran 28 víctimas fatales. Expertos analizan.
LA ACCIDENTALIDAD. Para Marti, se trata de un “sesgo de percepción”. Es decir, creer que los incidentes en las carreteras cobran la vida solo de los “desconocidos”.
“Cuando vemos las campañas de prevención pensamos que van dirigidas a los demás. Siempre es el otro el que no debe correr. Son los demás lo que cometen errores porque se cree que uno maneja excepcionalmente”, critica la especialista, una de las conferencistas del evento que se llevó a cabo ayer en el auditorio del Hotel Conuntry International.
Las cifras en Colombia corroboran su planteamiento. En el país, el 75% de los involucrados en un accidente de tránsito piensa que el causante del hecho es una persona diferente a ellos, según datos del Ministerio de Transporte y la ANSV.
Además, un 28% está en desacuerdo frente a la afirmación que conducir a alta velocidad genera posibilidades de estar en un accidente de tránsito.
Sin embargo, justamente este factor fue el principal causante de accidentes en Atlántico. Así lo destacó Andrea Acero, representante del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, quien precisó que el 40% de los incidentes en vías de Colombia han sido provocados principalmente por exceso de velocidad. De enero a abril de este año fallecieron en el departamento unas 56 personas y 324 han terminado lesionadas.
“¿Entonces, es culpa de la velocidad?”, se pregunta Marti. La experta explica que, si bien es cierto que “la velocidad no mata” porque “somos nosotros los que tomamos la decisión de presionar el acelerador”, sí limita en el tiempo de reacción durante un momento crucial.
A 140 kilómetros por hora, precisa, el conductor solo podría ver un ángulo de 30 grados, por lo que para algunos expertos “se podría chocar con el auto que viene al frente sin haberlo visto”.
En ese momento, agrega, se dan tres tipos de choques. El del auto con el obstáculo, el del cuerpo con los objetos cercanos y “uno que pocos piensan”, el de los órganos con las partes rígidas del cuerpo. “Choca el cerebro contra el cráneo”.