La caída libre del Junior
La pésima actuación del Junior el domingo pasado en Bogotá se ha prestado para toda clase de burlas por parte de comentaristas capitalinos. Y no es para menos, porque increíblemente fue a no perder colocando a sus once jugadores cuidando el arco de Viera. Y en ese tumulto de piernas tenía que surgir un autogol. Pero lo más grave es que siguieron jugando defensivamente, con miedo a llevarse una goleada del equipo B de Santa Fe.
La caída libre de Junior parece que no la para nadie. El nuevo director técnico declara que está contento con la actuación de sus pupilos y que rescata lo positivo de algunos de ellos. Mientras su equipo se está hundiendo en los últimos lugares de la tabla.
Muchos estudiosos del fútbol dicen que el once de Gamero jugaba mucho mejor que este de Comesaña, ya que por lo menos utilizaba los costosos refuerzos contratados.
Para la gran familia del Junior, los directivos, con sus garrafales errores, acabaron con el equipo. Primero contrataron a Giovanni Hernández, quien no tenía ninguna experiencia como técnico. Después trajeron a Gamero, a quien le contrataron refuerzos desechados de otros equipos, y después trajeron por séptima vez a Comesaña, quien salió de su país por la pésima campaña del equipo que dirigía.
Este semestre está totalmente perdido y algo similar sucederá en el segundo si no hay un verdadero revolcón en la junta directiva y se colocan personas que sepan de fútbol.
El ambiente sombrío que se siente en toda la ciudad por el inmenso descalabro del equipo de sus amores solo podrá superarse cuando se arme un onceno que sea orgullo de la ciudad, con un técnico de primera categoría. Arturo Baena