Docentes y Gobierno no llegan a acuerdo tras siete días de paro
En Barranquilla los maestros realizaron un plantón frente a la Alcaldía para exigir que se discuta el pliego de peticiones En Bogotá, se reunieron en la ‘Gran marcha’.
Cerca de 500 docentes del Atlántico se plantaron nuevamente en apoyo a la protesta nacional, que hoy completa siete días. En Barranquilla se congregaron en las afueras de la Alcaldía, lugar desde donde reclamaron celeridad en conversaciones con el Gobierno sobre el pliego de peticiones. El lunes lo habían hecho a la entrada de la Gobernación.
“Si luchamos como hermanos este paro lo ganamos”, se gritaba con puño erguido, a todo pulmón, entre pancartas, cánticos, y en medio de un inclemente sol.
Agustín Peña, directivo de la Asociación de Educadores del Atlántico (ADEA), precisó que “no estamos luchando por comida ni salario para los maestros sino para que esos 8 millones de estudiantes que hacen parte del sistema educativo nacional tengan las garantías de una educación de calidad”.
Si bien la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación, Fecode– que convocó la marcha–, ha presentado un pliego de condiciones al Gobierno Nacional, en el Atlántico los docentes también impulsaron un documento ante las secretarías de Educación del Distrito y del Departamento para instar por “condiciones dignas” en esta labor. En el documento, los docentes del departamento piden realizar ampliaciones y dotaciones de la infraestructura escolar en el departamento, así como pagar puntualmente los salarios y deudas del magisterio. También reclaman que sean unificados los periodos académicos y de vacaciones de los docentes y estudiantes y que sea respetada la jornada laboral.
“Se implementó una jornada única sin tener en cuenta las condiciones mínimas. Sin infraestructura, dotación, sin alimentación. Esto se ha convertido en una recarga laboral para nosotros”, criticó Peña.
Este último punto es la situación que cada día vive María Polo, docente en la Institución Educativa Distrital Miguel Ángel Builes, donde además de dictar la asignatura de lengua castellana, ha tenido que asumir las clases de matemáticas, naturales, informática, educación física e inglés.
“No es posible que los aumentos salariales en otros campos sean mucho más dignos que los de nosotros, que trabajamos para educar”, manifestó Polo.
OTROS SECTORES. A la manifestación se sumaron los trabajadores afiliados a los sindicatos de la DIAN, Fis- calía, Triple A, Sena, ICBF, entre otros, quienes convocados por la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, unieron fuerzas para alzar su voz.
“La idea es que se dé solución al pliego presentado. Necesitamos la dignificación de la vida de los trabajadores estatales”, fue la consigna de Javier Bermúdez, presidente seccional CUT.
Desde las 7:00 a.m. y hasta las 10:00 a.m., los trabajadores de la entidad cumplieron con un cese de actividades en las dos sedes ubicadas en la capital del Atlántico (Zona Franca y edificio Miss Universo), por lo que los servicios de trámites de facturación, exportación, entre otros, se vieron suspendidos. De acuerdo con Manuel Castellanos, fiscal de la Junta directiva de Sinedian, se trató de una Asamblea Informativa para impulsar la negociación colectiva estatal.
“Queremos carrera estable, con salario justo para todos los trabajadores”, manifestó Castellanos.
En la ciudad, hay alrededor de 520 empleados, de los cuales 60 aproximadamente se encuentran sumergidos en la tercerización laboral. En Colombia, se calculan unos 800.000.
“Hay muchas vinculaciones que no reúnen los requisitos mínimos, la Reforma Tributaria nos golpeó a todos y nuestros salarios están en veremos”, expresó el fiscal.
El movimiento también se tomó las afueras de las oficinas de la Fiscalía ubicada en la calle 53B con carrera 46, desde donde los funcionarios criticaron que uno que el alza del salario mínimo para este año (7%) “no representa gran ayuda porque todo lo suben también”.