Sacando pecho…
Barranquilla debe sentirse satisfecha por los recientes logros en materia educativa. Tenemos 6 colegios públicos dentro del listado de los 10 mejores del país, de acuerdo con las cifras que aportó el Índice Sintético de Calidad Educativa, 2017. El trabajo arduo y serio en el que se han involucrado 2 colegios en primaria, 2 en media y 5 en secundaria está mostrando que el trabajo en equipo es clave. Llama la atención que muchos de ellos, provenientes del suroccidente de la ciudad, tienen una condición vulnerable, muchas falencias, pero demasiadas ganas de progresar.
Una premisa popular dice que lo bueno hay que revisarlo. Aprendiendo de la experiencia de los demás es interesante examinar qué hay detrás de los exitosos modelos educativos de países como Japón y Dinamarca, que se caracterizan por ser muy eficientes y tener un alto estándar de calidad.
Ahora se está probando en Japón un revolucionario plan piloto llamado ‘Cambio Valiente’, el cual forma a los niños como ciudadanos del mundo y no como japoneses. En esas escuelas no se rinde culto a la bandera, no se canta el himno, no se vanagloria a héroes inventados por la historia. Los estudiantes ya no creen que su país es superior a otros por el solo hecho de haber nacido allí. Ya no irán a la guerra para defender los intereses económicos de los grupos de poder disfrazados de ‘patriotismo’.
Allá se promueve: cero materias de relleno, cero tareas, aritmética de negocios, con las operaciones básicas y uso de calculadoras financieras. Cada niño debe leer 1 hoja diaria del libro que escoja y terminan leyendo 1 libro por semana. El civismo se asocia con el respeto total a las leyes, el valor civil, la ecología y el medio ambiente.
Con un modelo así, podríamos soñar pero toca hacer el ejercicio de desprenderse de las telarañas que enredan la formación escolar desde temprano.
La educación en Dinamarca es gratuita y de alta calidad. Las clases no se centran en la academia sino que buscan que los alumnos desarrollen la capacidad de diálogo y colaboración. Desde el preescolar se trabaja en grupos y se aprende a solucionar problemas en forma pacífica. Es uno de los países menos corruptos y, según estudios, el país donde sus habitantes son los más felices y de los mejores del mundo para vivir. Es interesante ver que todos los ciudadanos tienen los mismos derechos, ventajas y beneficios y ‘confían’ en sus gobernantes.
Ese espejo muestra que temas como la educación y la formación desde edades tempranas y con criterios renovados sobre lo que es útil en la enseñanza, y una constante evaluación de calidad, nos abrirá la senda para liderar sin oportunismos, vivezas y truculencias el país.
Nos sentimos orgullosos de estar encabezando el ‘top’ educativo en Colombia, y tenemos que seguir sacando pecho para que se sumen más colegios del Atlántico y, ¿por qué no?, de la Costa a esa onda, porque queriendo podremos.