Tasa parqueo también busca rescate del peatón: concejales
Para su aplicación deberá crearse una contribución a los parqueaderos privados Proyecto de Acuerdo plantea empresa de economía mixta.
El proyecto de Acuerdo aprobado el martes por el Concejo, con el que se creará la tasa por el derecho de parqueo sobre las vías públicas de Barranquilla, no solo pretende regular los espacios y el costo de la operación, sino que “busca el rescate de las zonas peatonales”.
Esto argumentaron varios concejales consultados por EL HERALDO, quienes dieron sus puntos de vista y detalles a tener en cuenta para la implementación del sistema. Analtra ve con buenos ojos la iniciativa, siempre y cuando sea “bien aplicada a la realidad del barranquillero”.
El proyecto establece que las tarifas de parqueo, determinadas por hora y/o fracción de hora en estas zonas, deberán ser autorizadas por el alcalde Alejandro Char, dentro del año siguiente a la sanción del Acuerdo. Según las directrices del documento, el mandatario deberá tener en cuenta los costos de futuras construcciones o adaptaciones de la infraestructura pública, con el fin de contar con más celdas de parqueo.
El cabildante Luis Zapata, ponente del proyecto, afirmó durante la sesión extraordinaria del martes que el principal hecho que motivó al alcalde a la presentación del proyecto es el “desorden” en las vías por la invasión de los vehículos que interfieren y obstaculizan los espacios de los peatones.
“Los usuarios de vehículos automotores no tenemos ningún miramiento en el uso del espacio público, como son las zonas verdes, los andenes y lo que llamamos sardinales. Ese es el hecho clave, rescatar al peatón en el espacio público para su uso y disfrute por cuanto la interferencia pone en riesgo su integridad”, manifestó a este medio el concejal.
El acuerdo establece que la tasa de parqueo sobre las vías públicas deberá ser destinada “primordialmente” para la operación y prestación del servicio de estacionamiento. De existir excedentes, estos deberán ser reinvertidos en la construcción y/o adaptación de obras de transformación urbana.
Char solicitó un año para hacer los estudios de infraes- tructura y de la tarifa, que luego serán puestos a consideración del Concejo Distrital.
El cabildante José Trocha Gómez explicó que, de acuerdo a lo planteado en el documento, el costo de hora o fracción del uso de la celda de parqueo en vía pública deberá ser superior entre un 10% o 15% al costo del parqueadero público, de carácter privado. Esto con el objetivo de desincentivar el uso del vehículo.
Para Edgardo Altamar, representante de Analtra, Asociación regional de transporte urbano por buses y busetas del Atlántico, Barranquilla “está convertida en un parqueadero” por la falta de espacios y de cultura vial.
“Deben organizar bien la propuesta porque no se puede permitir que haya una zona de parqueo y que la gente siga estacionándose en cualquier parte”, dijo.
Trocha indicó que para poder aplicar la tasa de parqueo en vía pública necesariamente habrá que crear la contribución sobre parqueaderos privados. Es decir, que los privados tendrán que organizarse porque el valor de la tarifa es producto del costo de inversión en la media anual de los mismos, promediado junto con un futuro estudio de mercado del valor del parqueadero privado de la zona. Para poder determinar este valor es necesario aplicar la fórmula que establece el Plan Nacional de Desarrollo que señala cuánto debe costar el valor del parqueadero acorde al valor del pasaje del Sistema de Transporte Masivo.
El concejal Carlos Meisel puntualizó que la ciudad tiene la tarea pendiente de armonizar las tarifas de los parqueaderos privados y públicos. Además, indicó que el artículo 28 de la ley 105 de 1993 faculta el proyecto y espera que su implementación incremente los recaudos del Distrito.
“La ley habilita a los municipios y Distritos a generar zonas de parqueo regulado en vía pública y fijar sus tarifas. Lo clave aquí es armonizarlo junto con las de parqueo privado y nosotros estar pendientes. He recibido quejas de muchos privados que están pasando los topes”, afirmó Meisel.
De acuerdo con Trocha, el documento plantea la creación de una empresa de economía mixta, que permitirá que el Distrito tenga unos recursos que se inviertan dentro del mismo sistema de parqueo. El objetivo, comentó, es que el Distrito conserve la mayoría accionaria de la empresa de economía mixta que se constituya.
El proyecto de parqueo en vía pública no es nuevo en Barranquilla y la primera impresión de los barranquilleros no fue la mejor con el contrato firmado con Espacios Públicos Asociados S.A. Los concejales advierten que los proyectos son diferentes.
En 1999 Barranquilla cedió a la empresa Construseñales un contrato para administrar el mobiliario urbano y las zonas verdes y parqueo. Sin embargo, en 2002 el alcalde Humberto Caiafa autorizó, mediante un otrosí a este contrato, ceder a la empresa Espacios Públicos Asociados S.A. la instalación y uso de parquímetros en la ciudad.
El concesionario obtenía el 85 por ciento de lo que se recaudara y el 15 por ciento restante era para la ciudad o el concesionario lo podía reinvertir en la recuperación de andenes y zonas verdes. Según un informe de la Sociedad de Arquitectos del Atlántico, en 2003 la empre- sa no había ejecutado ni el 30 por ciento de los $4.000 millones que debía invertir. Cuando Guillermo Hoenisgberg llegó ese año a la Alcaldía suspendió la instalación de nuevos parquímetros, argumentando que se estaba ocupando ilegalmente el espacio público. El negocio fue demandado por el mandatario, quien logró que el Tribunal Administrativo del Atlántico suspendiera la ejecución de esta concesión.
“El acuerdo 021 de Caiaffa fue muy simple y le faltó la inversión en materia de remodelación y adecuación de las zonas de parqueo, aspecto que sí contempla este proyecto”, afirmó Zapata.