El Heraldo (Colombia)

Mascotas Wasapea

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Una perrita de raza labrador fue encontrada durante un aguacero en los alrededore­s de los barrios Paraíso y Villa Carolina. Los vecinos de ese sector se han encargado de brindarle alimento y estadía mientras encuentran a sus dueños. Esta mascota es descrita como una perrita adulta de buenos modales. Quien la encontró indica que ha intentado localizar a los dueños del animal sin éxito, por lo que acepta llamadas de personas interesada­s en adoptar al animal. Si deseas adoptarla, puedes llamar al 318266401. A través del tiempo se ha escuchado que el hombre es el único animal que caza por deporte, los demás animales en la faz de la tierra cazan con el propósito de procurar los medios alimentici­os para su manada. Hoy los policías en Colombia están siendo ‘cazados’, buscados por una organizaci­ón delincuenc­ial que ha logrado permear todos los estamentos de nuestra sociedad a través del poder corruptor del dinero o de las amenazas de muerte a propios o a su familia.

A pesar de que sabe que su trabajo es de alto riesgo y exponen su vida a cada paso de sus botas, el saber que hoy su cabeza tiene un precio de $2.000.000 le resta valor a su hombría, les obliga a pensar si los pesos que pagan por su vida valen una madre inconsolab­le, un padre que no entiende el sistema, una esposa viuda, un hermano sin directriz y los proyectos de una familia vueltos trizas por una bala asesina.

¿Existe algún otro acto que denigre aún más de la condición de seres humanos que esta acción vil de eliminar personas porreprese­ntarunains­titución y tasarles un precio como si de una feria de circo se tratara?

Me pregunto dónde está el Estado, protector que nuestra carta magna anuncia, cuando desgraciad­amente este accionar delincuenc­ial coloca de rodillas a un servidor público y lo hace no desear ir a trabajar. Cada vida de un policía asesinado abona con su sangre las frías estadístic­as de la guerra en Colombia. Cada nuevo amanecer, los resultados de esta cacería merman el alma de estos héroes de carne y hueso que deben volver a la calle con la paranoia de ver en cada rostro un enemigo, en cada vehículo un carro bomba, en cada llamado una emboscada, en cada sonrisa un engaño y que por tanto, lo único en lo que pueden confiar es en la bendición de su familia para enfrentar la muerte a cada segundo.

Señor Presidente, ¿podría usted gobernar sintiendo que está rodeado de enemigos? No creo. Brinde las herramient­as para cambiar su status. Cree una ley que permita que los procesos de estos matones sean más rápidos e impermeabl­es, extinción de dominio a sus bienes, porque ese dinero esta teñido de la sangre de nuestros hermanos policías.

Responda en palabras sencillas, señor Presidente, porque a Don Javier le ‘cazaron’ a su hijo. El agente barranquil­lero Pedro Antonio Torres Acosta, de 32 años, fue baleado en Córdoba en medio del dichoso ‘plan pistola’. Y en la cabeza de los padres, hermanos e hijos retumba: ¿Por qué los ‘cazan’? Esa es la pregunta que no tiene respuesta.

*Usuario de Wasapea

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