PÍLDORAS ECONÓMICAS
Doble efecto buscado Los autores que instalaron el artefacto explosivo en los baños de señoras del Centro Andino de Bogotá, con los resultados de vidas y heridos conocidos, perseguían probablemente dos objetivos, el primero era atemorizar al muy numeroso público de la capital, y el segundo, disminuir las ventas del Día del Padre, que revitalizarían en parte el algo decaído comercio, tirándose de paso cualquier índice de reactivación económica, si lo hubiere. El presidente Santos, mientras llegaba de Barranquilla y Cartagena, había enviado para apersonarse del problema a su vicepresidente, el general Naranjo, y a su nuevo secretario general, quien tiene rango de ministro. Como prevención, el Andino había sido desocupado. Así las cosas y pasado un tiempo prudente, Santos ordenó a la Policía reabrir las puertas del centro comercial, para no afectar más a los comerciantes con ventas amenazadas por el cierre temporal.
Encuesta de Fenalco Todos estamos a la espera de la encuesta interna de Fenalco, cuando su presidente Guillermo Botero informe si en mayo y junio el movimiento comercial impulsado por los días del Padre y de la Madre sumados, reaccionó con mayores las ventas y la tendencia mejora. Los industriales están a la espera de los pedidos de fabricación para el segundo semestre, que siempre suele ser mejor que el primero. Además pasadas las lluvias vienen las cosechas y los precios de los alimentos tienden a abaratarse por la abundancia.
Intensidad de respuestas No son reacciones equitativas, pero así ocurre. Si hay una infortunada masacre en el sur de Bolívar, Arauca o Nariño, por solo citar nombres, la reacción es diferente a si sucede algo en Unicentro o se suceden disparos en la vía al aeropuerto El Dorado de Bogotá. Los medios asentados en el sector harían un alboroto mayor. Perversa la actitud de los actores armados, hacer daño a víctimas inocentes, como ocurrió, y ganarse ‘la lotería’ (un mal premio), con la muerte la joven francesa, quien vino a ayudar a una fundación colombiana. Ojalá encuentren a los verdaderos culpables (ejecutores y a los cerebros ocultos) y no salgan como el general Maza inculpando a Júbiz Hazbún, para encontrar prontamente y mostrar eficacia, a un ‘chivo expiatorio inocente’ a quien culpar de rapidez.
Pésame al doctor Carbó La Escuela de Bellas Artes, de la Universidad del Atlántico, sufrió un accidente invernal en sus salones de música. Guillermo Carbó Ronderos, musicólogo de cartel, su director, ojalá consiga después del insuceso todo el apoyo necesario para restablecer y mejorar lo que necesiten los talentos criollos que allí se forman y estimulan.
Tesoros pictóricos incluidos Quiero confirmar la versión de Mario Venturini, quien fue gerente en la ‘edad de oro’ del Hotel El Prado, de que en el Salón Magdalena se ocultaron bajo capas de pintura unos frescos del Maestro Alejandro Obregón. Una tía viuda, María Concepción Moreno de Padilla, junto con Olga de Tovar, Beatriz Juliao Wolf, Chava de Recamán y Maruja Vieira de Galofre fueron, de jóvenes, amigas sociales de Alejandro y visitaban el hotel. Por eso mi tía me habló de los techos pintados del Salón Magdalena. Como todas ya pasaron a mejor vida, todavía se puede consultar a Roselvina Obregón de De Castro, más joven que ellas, pues su padre Juanito fue gerente del hotel y quien sembró las famosas bongas que le sobreviven. De pronto de niña las vio y sabe dónde están.
El telón de boca del Amira Como el Teatro Amira está estructuralmente “deshauciado”, conviene intentar rescatar el Telón “El caimán se va para Barranquilla”, pintado también por el maestro Obregón, con el apoyo de Humberto Aleán y sus ayudantes de la Escuela de Bellas Artes. Eso sí, con las debidas seguridades para los rescatistas. Vale una fortuna y es irreemplazable.