Atracan domicilio de dueño de Tierra Santa
Según la Fiscalía, robaron 150 millones de pesos en efectivo, ocho celulares y joyas No se allanaron a los cargos y les fue dictada medida de aseguramiento en la cárcel Modelo.
Tres hombres irrumpieron en un apartamento en Altos de Riomar, mientras el propietario estaba en la mezquita El atraco duró cuatro horas Amarraron a su esposa, sus tres hijos pequeños, una amiga y dos empleadas del hogar, y, al volver, también lo redujeron a él El hecho sucedió la noche del viernes, pero solo trascendió ayer con la captura de los presuntos delincuentes.
Reinaldo Buendía Buendía, Hernán Darío Rueda Bustillos, y Jorge Luis Blanco Dávila fueron los hombres señalados de ingresar en la noche del viernes a un apartamento en la carrera 59 con calle 94 del barrio Altos de Riomar y amedrentar, con dos cuchillos y una pistola de salvas, a una familia para atracarlos.
Cuatro horas después, según la Policía, salieron de esa vivienda, que pertenece a uno de los dueños de la cadena de almacenes Tierra Santa, rumbo a Malambo y con una suma de dinero que asciende los 150 millones de pesos en efectivo, prendas de oro, una consola de videojuegos, ocho celulares, unas gafas de realidad virtual y una tablet.
En ese municipio fueron capturados por las autoridades luego de que establecieran su localización a través de la señal de GPS de uno de los teléfonos móviles hurtados.
LOS PRESUNTOS RESPONSABLES. Reinaldo Buendía se había desempeñado como vigilante del edificio y por tanto es, según la Fiscalía, quien planeó el hurto, a través del conocimiento que tenía de la rutina de la familia.
Las autoridades aún desconocen cómo ingresaron sin ser advertidos por la vigilancia.
“La investigación continúa y hay un eslabón de la operación criminal que falta por atrapar”, afirmó el fiscal Elmer Cristancho.
Los hombres, de acuerdo con el fiscal Noveno, que presidió la audiencia de legalización de captura que se llevó a cabo al mediodía de ayer, ingresaron a las 8 de la noche del viernes a la vivienda y amarraron a tres niños menores, a la madre y una amiga de esta, junto con dos empleadas.
Esperaron dos horas mientras que el padre de la familia volvía de la mezquita. A las 10 de la noche cuando llegó, tocó el timbre pero nadie le abrió. Sin embargo, la víctima escuchó pasos y movimiento dentro del inmueble.
Según el testimonio que presentó ante la Fiscalía, tres hombres con pasamontañas puestos le abrieron y lo amenazaron de muerte con las armas que cargaban.
Durante dos horas más, los tres delincuentes estuvieron dentro del apartamento pidiéndole la clave de la caja fuerte que se encuentra dentro de la casa. A pesar de los golpes que reclamó haber recibido, no les dio la contraseña y los hombres decidieron irse a las 12:30 de la madrugada del sábado con lo que habían alcanzado a tomar.
La Policía fue alertada de los hechos y, a través de la señal GPS de uno de los celulares robados, dieron con el paradero de los tres hombres. Fueron
arrestados dentro de una habitación de un hotel ubicado en el barrio El Pasito, de Malambo, junto con lo hurtado.
Según el fiscal Noveno de la URI, “¡estamos caídos!” fue lo que exclamaron los hombres cuando la Policía abrió la puerta de su habitación.
Las autoridades reportaron la devolución de 95 millones de pesos. Sin embargo, de acuerdo con la Fiscalía, aún faltaría dinero del total que las víctimas reportaron robado.
Los capturados son sindicados por los delitos de hurto calificado agravado y secuestro simple. Este último cargo se establece debido al tiempo que permanecieron en la vivienda.
El abogado defensor de los tres sindicados alegó que sus defendidos lo único que querían era el dinero y negó que hayan maltratado y amenazado a los habitantes del inmueble.
Agregó además que no representaban una amenaza ante las víctimas y por eso debían ser otorgados casa por cárcel ya que la familia tiene dinero suficiente para “pagar guardaespaldas que los protejan”.
Sin embargo, el juez de control de garantías falló a favor de los requerimientos de la Fiscalía y les dictó medida de aseguramiento intramural en la Cárcel Modelo de Barranquilla.
“Falta un eslabón de la cadena criminal por capturar”.
ELMER CRISTANCHO
Fiscal Noveno de la URI