El incidente que se produjo cuando Teo lanzó su pantaloneta
Más de 43.000 personas llenaron el estadio Metropolitano para darle la bienvenida al delantero Teófilo Gutiérrez.
¡Atención, atención… atención, atención, Teófilo Gutiérrez es el nuevo goleador!”, “¡Atención, atención… atención, atención, Teófilo Gutiérrez es el nuevo goleador!”. Con ese grito al unísono, más de 40.000 almas recibieron ayer al delantero barranquillero Teófilo Gutiérrez a su salida al gramado del estadio Metropolitano Roberto Meléndez.
¡Majestuosa! ¡Apoteósica! Así fue la presentación de Teo como nuevo jugador del Junior. El ‘hijo de La Chinita’ recibió todo el cariño y el amor de una afición rojiblanca que enloqueció con su presencia en el ‘Coloso de la Ciudadela’.
Una lluvia de confetis le dio la bienvenida al goleador barranquillero, amenizada por los gritos de “¡Teooooo! ¡Teooooo! ¡Teooooo!” que se escuchaban desde las cuatro tribunas del estadio Metropolitano.
Teo se gozó como un niño su presentación. Cantó, bailó, saludó, besó el escudo, prometió compromiso, trabajo y título, y finalmente, poseído por la emoción, terminó semidesnudo, luego de lanzar su pantaloneta en el tramo final de la presentación.
Fue una fiesta la que se vivió de principio a fin en el ‘Metro’. Al mejor estilo de los grandes clubes europeos, Junior presentó a su refuerzo estrella. Desde las doce del mediodía comenzaron las filas en el estadio, lo que presagiaba un lleno total.
A las 3:30 p.m. no cabía un alma, incluso mucha gente se quedó por fuera, con ganas de ver la presentación, debido a que la Policía y el Esmad decidieron cerrar las puertas del escenario para evitar sobrecupo.
Luego de dar una breve rueda de prensa, Teo saltó al gramado, generando el júbilo de los miles de espectadores.
El barranquillero agarró el micrófono y cantó. Su emoción se veía a flor de piel. “Viva el Junior de Curramba, Junior campeón. El Junior de Barranquilla, Junior campeón. Con agua de maranguango, maranguango de Verón, le dimos a Barranquilla, gran satisfacción...”, para cerrar con un sentido beso al escudo, que generó una locura colectiva en las tribunas.
Teo, acompañado por su familia, lloró de la emoción, dejando entrever lo que significa este momento en su carrera. Hace rato lo soñaba y por fin logró lo que tanto anhelaba, volverse a vestir de Tiburón.
Pero la fiesta no paró ahí. El delantero barranquillero fue tribuna a tribuna para interactuar y gozar con los hinchas. En cada estación sorprendía con algún gesto o alguna acción.
En norte, por ejemplo, beso una y otra vez el escudo. En oriental bailó al ritmo de la música del Junior, en sur corrió de un lado a otro, gritando emocionado, mientras que en occidental se despojó de indumentaria, regalándosela a los hinchas y quedando semidesnudo. ¡Todo un show!
“Vengo a ser campeón”, repitió una y otra vez cuando fue interrogado por uno de los presentadores del evento. La imagen que se vio de Teo ayer en el ‘Metro’ fue la de un jugador maduro, que tiene claro a qué vino y eso mismo quiso expresárselo a su afición, que ovacionó al jugador en cada frase que lanzó.
La afición respondió una vez más. El ‘Metro’ se llenó para darle la bienvenida a un jugador, como nunca antes había pasado en este país. Lo de ayer quedará en la historia del club. Teófilo puede dar por bien servido. El cariño de la gente está intacto, ayer quedó una vez más demostrado. Ahora solo queda esperar que toda esta alegría se transforme en triunfos. Ese es el deseo de Teo, de la hinchada, de los directivos, de todos.