¡Hampones asesinos!
¡Parece increíble! No debe suceder algo parecido, bajo ningún punto de vista, en ningún sitio. ¿Cómo un anormal le da su reverenda gana de acabar cobardemente con una vida promisoria, alegre y su generación, solo por el hecho de medio resistirse en unos segundos a dejarse robar algunas pocas pertenencias que no llega ni a los dos millones de pesos, que se han adquirido con mucho esfuerzo.
Uno no sabe cómo iríamos a reaccionar y los matones tampoco, deberían prepararse ellos en un caso de estos, cuando mucho dispararle a la pierna para que quede vivo. Que tampoco debería ser así, pero bueno. Tienen que respetar la vida ajena, no tienen ningún derecho a bajar para siempre a un ser humano, ¿es que ellos no tienen madre, hijos, dolientes?
Conocí de vista a mi vecino abogado Alejandro Ruiz, un jovencito lleno de vida, me dolió su fallecimiento por diversos motivos, también tengo una hija de 22 años y pudo pasarle lo mismo a ella.
Vi su sangre en el piso a las 7:00 a.m. y no sabía que era de él y me dije: “pobre man, ¿qué pasó?”
A esa hora nunca hay policía, en lo sucesivo debería haber desde las 5:30 a las 7:30 a.m. Hasta que salgan los de la nueva ronda ya no se puede caminar al bus temprano porque aparecen los asesinos y los desadaptados lo saben.
Debe existir la pena de muerte para estos diablos. No el pocotón de garantías a su favor. Cárceles urgentemente, se gasta mucho dinero en ‘innecesidades’ conocidas.
De verás lo lamento por ti, hijo, en tus padres, hermanos, tu novia y tu futura generación queda el sufrimiento eterno por culpa de un hampón. Jorge Hernández S.