El Heraldo (Colombia)

Trinchera trinche

- Por Roberto Zabaraín rzabarainm@hotmail.com

Tanto se menea el sancocho y se habla de él, que uno olvida que la fiesta no es por ahora, y que lo que están es adelantánd­ose a escoger la vitualla. De a poco van quedando atrás las especulaci­ones, y los bravos lanzándose al ruedo, donde solo estaba Vargas Lleras, quieto pa’ la foto.

Ya Pastrana y Uribe anunciaron que irían en llave, y que se pondrían de acuerdo en un nombre aunque, claro, será ‘el que ponga Uribe’, que ya compite en algunas encuestas que ponen a escoger entre fulano, sutano, mengano y el que ponga Uribe. Sabido es que en el C. D. la cosa es con disciplina, así que varios se postulan, tanto dentro de sus filas como por fuera de ellas, aspirando a ser el escogido por el jefe, que no dice ni pío.

Pastrana es de filiación conservado­ra. Uribe lo parece. Porque se puede serlo por filiación, y por convicción, como el grueso de los goditos rasos, no interviene­n en política, generalmen­te mayores de cincuenta, lo son, además, por mente y talante apegados a los postulados del conservati­smo. Y en el Congreso una minoría que aún no se decide, a los que coquetean tanto Pastrana, como Martha Lucía y otros precandida­tos dispuestos a lanzarse así sea por firmas. Y como Ordóñez, quien dio grata sorpresa al escoger vicepresid­ente barranquil­lero. Así, un católico lefebriano, un pastor cristiano, y un gran maestro de la Logia Masónica unidos por la defensa de los valores de la sociedad y de la familia lanzan un mensaje de cohabitaci­ón y tolerancia. Son, como alguna vez dijera el dirigente Eduardo Marino, “godos de trinchera”.

También en el Congreso hay una mayoría por filiación sin convicción, que anda pendiente de prebendas y hace lo que les ordene el dispensado­r de mermelada, léase el gobierno, no importa la orden sea alejada de la doctrina, así que su candidato es el de Santos. Son los godos “de trinche”.

Coletilla judicial: bueno que una juez haya reversado la acusación y ‘jalado las orejas’ al fiscal que buscó enredar a Marcos Pineda y a Carlos Correa, alcalde y ex alcalde de Montería, brillantes ambos, destacados y reconocido­s por su seriedad y capacidad de gestión. Una imputación inventada, y la pretensión de encanarlos con la peregrina teoría de que significan un peligro para la comunidad, se constituye en un desvarío, y en el propio ejemplo de la ‘justicia show’, cosa de la que la Fiscalía debe cuidarse, pues tales actuacione­s flaco favor le hacen a la institució­n.

Coletilla futbolera: La asistencia a la presentaci­ón de Chará, y sobre todo la masiva de Teo, muestran que, pese a los malos resultados, la hinchada de Junior sigue ahí, firme. La contrataci­ón de ambas estrellas, y las nuevas y costosas de jóvenes y de experiment­ados, emocionó a propios y extraños, e indica que el esfuerzo de las directivas para lograr el retorno a las mieles es en serio, y a largo plazo, cosa que la afición debe respaldar, y que pone a Comesaña frente a un reto grande: bien se sabe que cuando una buena nómina no conforma un buen equipo, el malo es el técnico.

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