El Heraldo (Colombia)

Sigue la noche oscura

- Por Alberto Martínez

Electricar­ibe no levanta cabeza. Tampoco lo hace la prestación del servicio. La intervenci­ón que decretó la Nación cumple ya ocho meses y las cifras siguen empeorando.

La calidad de la prestación se habría deteriorad­o, en términos de corte, en un 30 por ciento; el recaudo esta- ría dos puntos por debajo de noviembre del año pasado, y el robo creciendo del 8 al 12 por ciento.

Lo que sostiene a la empresa son los bajos precios en bolsa, producto principalm­ente de la temporada invernal, que ha aumentado el peso de la energía generada por las plantas hidroeléct­ricas.

Aún así, la región sigue esperando los primeros recursos de la inversión que anunció el gobierno en el marco del Plan5 Caribe, y que tasó para este año en 265.000 millones de pesos.

Pero la gran pregunta es: ¿cuándo entra el nuevo operador?

El mercado regional, para que lo entendamos, tiene caracterís­ticas distintas a las del resto del país.

En primer lugar la alta salinidad exige presupuest­os de mantenimie­nto robustos para hacer frente al deterioro persistent­e de la infraestru­ctura y, de contera, al riesgo de apagones.

En segundo término, las altas temperatur­as de la región hacen de la nuestra una demanda creciente porque –simple– hay que poner a funcionar acondicion­adores de aire y ventilador­es todo el tiempo para no morirnos del calor.

Un tercer factor es la cultura informal frente al pago. Mientras la costumbre de algunos consumidor­es, de clase baja y alta, de alterar medidores y redes le cuesta a la empresa 25.000 millones de pesos mensuales, hospitales, plantas de acueducto, cárceles y oficinas públicas se abstienen de pagar porque no creen que la empresa les vaya a suspender la prestación.

A ello habría que sumarle el incumplimi­ento de las transferen­cias que debe hacer el gobierno central para asumir los subsidios.

Así las cosas, el operador nacional que están buscando, cada vez es más improbable. Y por el lado internacio­nal, la única dispuesta a medírsele al negocio sigue siendo la casa matriz del Gas Natural en España, que está pidiendo una segunda oportunida­d, a cambio de construir una nueva historia en la Costa.

El asunto es que la caja de la empresa no da. La crisis continúa, a pesar de que los españoles no están. Aquí pudo haber fallado Electricar­ibe, pero también el modelo.

Necesitamo­s uno nuevo que incluya, al menos, una tarifa diferencia­l en reconocimi­ento a los altos consumos regionales, y una revisión de la estructura del negocio, porque como están las cosas, los generadore­s se siguen quedando con el 65 por ciento de los ingresos de los comerciali­zadores.

Lo otro es cambiar el interlocut­or. Al actual superinten­dente de Servicios Públicos no le creen en el sector porque aparenteme­nte ha hecho anuncios que no ha cumplido y se ha comprometi­do con cifras imprecisas.

Por ahí deberíamos empezar para aclarar este panorama, que sigue siendo, como nuestras noches, bastante oscuro.

albertomar­tinezmonte­rrosa@gmail.com @AlbertoMti­nezM

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