Los discos de...
Según los conocedores de esa zona del Centro, Hernández es “uno de los mejores ‘disjoki’ que tiene Barranquilla”, tanto que en el año 1982 estuvo en la portada de Salsa Picotera Vol. 2, en el que se compilaron las canciones más exitosas de ese año.
“Discomoda, de Venezuela, me sacó en la portada porque yo soy el mejor”, repite. En la imagen se ve el picó ‘El Coreano’, de Concesión Hernández, un ‘monstruo’ colorido que amenizaba las fiestas de los 80 con música clasificada por Dagoberto. Posando con una camisa a rayas, un jean y tenis de color amarillo con azul, Hernández acomoda un vinilo en el tocadiscos del picó.
El valor de venta de estos clásicos elepés varía dependiendo del artista, del año y de la cantidad de ejemplares que distribuyeron el año del lanzamiento. Pueden costar desde $10.000 hasta $1.000.000 y más, según los comercializadores.
“Hay discos que pueden costar más de un millón de pesos como El Guaguancó callejero, de la Orquesta El Caney, o No me niegues tu cariño, de Rudy Calzado. De esos no salieron muchos y los coleccionistas los pelean”, indica Padilla.
Sin embargo, el precio que pagan estos coleccionistas por obtener los vinilos que quieren nunca es mucho. “Así no haya para comer, sí hay para comprar discos. Esto es como el que es vicioso, consigue la plata para la droga. Nosotros somos adictos a los discos”, dice Welman.