Importante iniciativa
Bueno que EL HERALDO en su edición del pasado domingo y en el editorial del lunes haya destacado la necesidad de que Barranquilla cuente con un zoológico a la altura de la gran ciudad que las últimas administraciones han venido construyendo. Son muchos los proyectos adelantados y por adelantar, y el zoológico debe estar entre ellos.
Desde por allá a finales de los sesenta el denominado “Vivero”, a cargo de las Empresas Públicas Municipales, su administrador don Ricardo Tinoco había venido acopiando varias especies nativas, e intercambiaba otras foráneas, primero con el Zoológico de Pereira y después con otros países, y se fue conformando lo que hoy es nuestro zoológico, que sin duda se nos quedó pequeño, y que ha motivavíctimas. do varias acciones y gestiones para mejorarlo, independizarlo, y ahora (bajo la dirección de la doctora Farah Ajami, a quien de paso hay que felicitar por su inquietud progresista) para su indispensable traslado, de tal manera que cuente con área suficiente para cumplir la función de enseñar recreando sin torturar a las especies exhibidas, que mucho se ha escrito y discutido sobre las distintas tendencias respecto al manejo, tanto del hábitat de las especies como de la facilidad para apreciarlas a razonable distancia.
Se registra que existen dos alternativas urbanas de ubicación, cosa que vale la pena reconsiderar por cuanto se trata no solo de que el proyecto sea de fácil acceso tanto local como departamental y regional, que lo sería de toda la Región Caribe, sino también buscar que cuente con el área adecuada, para lo que en primera instancia doce hectáreas parecen insuficientes. También se debe evitar la negociación del actual lote de terreno que, aunque hoy muy valorizado y apetecido por cualquier empresa constructora para que se convirtiera en un aporte de financiación al nuevo proyecto, su principal resultado social es aprovechar su frondosa arborización para continuar aportando al espacio público ciudadano. Se dice también que se adelantan algunos diseños, los cuales, mientras no haya una ubicación definitiva, solo servirían en términos conceptuales, pues el diseño final dependería del entorno, de las condiciones cardinales y de la topografía.
Además de las mencionadas, hay otras válidas propuestas sobre el sitio de traslado, por ejemplo la que sugiere la Isla 1972, de gran extensión y atractivo acceso por río. Pese a que hay noticias que en dicha isla por parte del Municipio de Sitionuevo se adelanta una APP turística, podría pensarse en algún acuerdo para dentro de esa APP destinarle 25 o 30 hectáreas sin necesidad de adquirir el lote. Otra es ubicarla en cercanías de la Vía al Mar, con fácil acceso desde la nueva Circunvalar de la Prosperidad, donde se compraría por hectárea y no por metro cuadrado. Hay que sopesarlas todas.
Lo importante es analizar bien y no improvisar, puesto que la escogencia del lote es neurálgica. Y que no obedezca a intereses distintos a dotar a Barranquilla y a toda la región de un gran zoológico.