Homenaje al Joe Arroyo en el concierto de hoy de ‘Todos al parque con música’
Una ‘Galería Ciudadana’ compuesta por 35 imágenes y frases rodea la institución educativa que cuenta actualmente con 1.400 estudiantes.
Una pared que empieza con la imagen de Jesús y termina con el docente Alberto Assa hace parte del Instituto Distrital Inocencio Chincá. A esta institución pocos la conocen por su nombre, cuenta su rectora, Genoveva Herrera. “Todos lo llaman como el colegio de las caritas”, dice entre risas.
La calle 53 D no necesita más atractivo que 35 caras cada una acompañada de una frase. Los vecinos del sector pueden decir que conviven con Pablo Neruda, Sócrates, Ernesto ‘Che’ Guevara, Gabriel García Márquez, Aristóteles o Manuel Elkin Patarroyo.
La ‘Galería Ciudadana’, como se llamó a esta creación, fue pintada por el profesor William Gutiérrez, que lleva 32 años en el Inocencio Chincá.
“El rector de ese momento, Hugo Castillo, me pidió que le pintara un ‘Ché’ Guevara. Le dije que yo siempre quise hacer unos retratos como los que veía en el ce- menterio Calancala”, cuenta Gutiérrez.
Castillo aprobó la idea del profesor, que actualmente es el jefe del área de Educación Artística, y el proyecto empezó con diez imágenes.
“Escogimos personajes de diferentes campos del saber”, afirma, mientras explica que en sus planes no estaba que Jesús fuera la primera. Sin embargo, “por respeto así fue. Aunque por orden cronológico no lo era”.
En 2004 empezó el proyecto. En su primera fase se hizo sobre la pared de bloques, pero con el pasar del tiempo se fueron desgastando las imágenes.
“La primera vez lo hicieron mis alumnos de Bellas Artes. Duramos casi dos meses pintándolo El concierto ‘Todos al parque con música’, que se realiza en el Parque Sagrado Corazón, será un homenaje a Álvaro José ‘Joe’ Arroyo a través de un ensamble de jazz conformado por docentes del programa porque era cuando teníamos la clase que veníamos a pintar”, recuerda.
El renacer de las imágenes se dio en 2007. La rectora Herrera, al llegar al cargo, pidió que se trabajara más la pared donde se encuentran de música de la Escuela Distrital de Arte y Tradiciones Populares, EDA, y de Casas Distritales de Cultura. El evento se llevará a cabo desde las seis de la tarde en la concha acústica del parque. y así restaurar la galería.
Herrera señala que anualmente se le hace mantenimiento, porque “la galería es nuestra identidad”.
En la renovación, que duró un mes y contó con la participación de estudiantes del colegio, se cambiaron algunas frases y se añadieron dos personajes: Gabriela Mistral y Alberto Assa.
Camilo Suárez tiene 15 años y cursa décimo grado en el Inocencio Chincá. Cuando se le pide definir aquella galería que ve al entrar y salir de su institución, le resulta fácil resumirlo en “una maravilla”.
La imagen favorita de Camilo es la de Jesús, aquella que se encuentra en una esquina acompañada de Sócrates y de la frase “la verdad os hará libre”.
Para Gutiérrez no es solo una maravilla, es también “un logro”. Recuerda que cuando debieron borrar las imágenes para hacerlas por segunda vez los vecinos reclamaban y pedían que no lo hicieran. “Eso significa que se apropiaron de la galería”, dice.
Esos mismos vecinos, relata Herrera, cuando dan su dirección “dicen que viven frente a Albert Einstein, Nelson Mandela o Gabo”.
“La galería habla por sí sola, se vende sola”, destaca.
Wilson Pérez tiene 17 años y también está en décimo grado. Su favorito es Stephen Hawking porque “habla con términos físicos que son adaptados a la cotidianidad”.
Ver a estos intelectuales y héroes de la patria es una fuente de inspiración, cuenta. “Lo pone a uno a pensar y filosofar”, añade.
Gutiérrez considera que “hay muchos personajes que pueden estar ahí”, y la idea que surgió recientemente fue la de un mural dedicado únicamente a personajes colombianos.
No tiene un favorito a nivel de logros dentro de las imágenes, pero en cuanto a pintura son: Albert Einstein, Gabriel García Márquez y Rigoberta Menchú.
La idea de Herrera es hacer del Inocencio Chincá “un colegio museo”. Que no sean paredes blancas que no digan nada, sino “que todo hable por sí solo”.