Vargas Llosa vuelve a hablar acerca de García Márquez
El escritor peruano rompió su silencio sobre su amistad con ‘Gabo’, en un curso de verano de la Universidad Complutense de España.
Después de años de silencio el Premio Nobel de Literatura peruano, Mario Vargas Llosa, volvió a hablar sobre su amistad con el Premio Nobel colombiano, Gabriel García Márquez. La conversación la mantuvo el jueves con Carlos Granés en la Universidad Complutense en España, durante uno de los cursos de verano que organizan en la escuela.
En 1967, además de publicarse Cien años de soledad, se conocieron ambos escritores en la entrega del premio Rómulo Gallegos a Vargas Llosa por La casa verde, en Caracas. Pero esta no fue la primera vez que el escritor peruano leía a ‘Gabo’, ya conocía su obra desde principios de los sesenta cuando lo descubrió en Francia. El coronel no tiene quien le escriba fue el primer libro que leyó del colombiano.
“De esa manera descubrí a ‘Gabo’, después alguien nos puso en contacto y empezamos a tener una correspondencia muy intensa en la que nos fuimos haciendo amigos antes de vernos las caras, hablábamos sobre proyectos literarios, sobre lo que leíamos y habíamos escrito”, señaló.
Vargas Llosa también contó que una de las cosas que los unió fue su afición por Faulkner, “nuestro común denominador”, sobre el cual discutían por correspondencia. A su vez, se descubrieron a sí mismos como escritores latinoamericanos. “Pertenecíamos a una patria en común que hasta entonces habíamos conocido poco, con la que nos habíamos identificado apenas”.
Cuando Vargas Llosa leyó por primera vez Cien Años de Soledad quedó cautivado. “Pensé que por fin América Latina tenía su novela de caballerías, una narración en la que primaba lo imaginario sin que desapareciera el sustrato real. Tiene además la virtud de pocas obras maestras: la capacidad de atraer a un lector exigente preocupado por el lenguaje y, a la vez, a un lector elemental que solo sigue la anécdota”.
El escritor de 81 años quedó tan atrapado con García Márquez que no solo escribió un ensayo sobre su obra, sino que dictó cursos universitarios sobre él.
De las notas que fue recogiendo a lo largo de sus clases nació Historia de un decidio, un estudio pionero sobre la obra con la que García Márquez ganó el premio Nobel de Literatura.
Los escritores se distanciaron en 1971 cuando tomaron posiciones distintas respecto a un hecho relacionado con la revolución cubana, el ‘caso Padilla’.
“García Márquez tenía sentido práctico de la vida, descubrió en ese momento que era mucho mejor para un escritor estar con Cuba que estar contra Cuba. Así se libró del baño de mugre que cayó sobre los que fuimos críticos con la evolución de la revolución hacia el comunismo desde sus primeras posiciones, que eran más socialistas y liberales”.