Ellas se lo buscaron
Desde Cali se ha generado una iniciativa popular que pasó a ser ahora una causa nacional. Un grupo de personas de esa ciudad recibió hace un par de meses de la Registraduría Nacional la resolución que reconoce al vocero de esa iniciativa para consulta popular de origen ciudadano, así como la inscripción de su comité promotor.
Esta consulta procura acabar con la intermediación financiera de las EPS para que los recursos de la salud lleguen directamente a clínicas y hospitales, además prohibir la integración vertical, es decir que las EPS sean dueñas también de las IPS donde atienden a sus afiliados. Para que estos objetivos sean posibles, se requieren dos millones de firmas para que la Registraduría proceda a abrir las urnas para que los colombianos sean quienes decidan.
De acuerdo con lo informado por Mauricio Sánchez, uno de los voceros de este movimiento ciudadano y que por ahora lleva 300.000 firmas recogidas, para que la consulta sea exitosa y se consiga transformar el modelo de salud del país, lo que conllevaría a acabar con las actuales EPS, “se deben recoger mínimo un millón 700 mil firmas más y presentarlas ante la Registraduría el próximo 27 de octubre”, aclarando que “detrás de la consulta no hay ninguna organización o movimiento político”.
Ante esta iniciativa, desde la otra orilla del sistema, Jaime Arias, presidente del gremio que agrupa a las EPS, ha dicho que de prosperar esta iniciativa, “el gremio defenderá el modelo de salud que actualmente funciona en el país”, anunciando de esa forma la defensa de la permanencia de estas empresas en el actual sistema de salud colombiano.
Sin embargo, independiente que resulte exitosa o no la iniciativa de esta consulta popular, por muchísimas razones resulta innegable que los colombianos no se sienten para nada a gusto con lo que ha sido la operación histórica de la mayoría de las EPS que han funcionado y de las que aún hoy funcionan en el país. Hay múltiples razones para ello: hay evidencia de que estas entidades no han ga- rantizado el derecho a la salud a sus afiliados y por ello siguen siendo las tutelas la única herramienta para que muchos en este país puedan acceder a los servicios de salud que requieren; son constantes los llamados de la Corte Constitucional a las EPS recordándoles que el derecho a la salud es fundamental y que se debe prestar sin ningún tipo de obstáculos, máxime cuando se trata de poblaciones vulnerables como ancianos y niños; muchas personas, en teoría protegidas por estar afiliadas a estas empresas, han fallecido por falta de atención oportuna por diferentes motivos relacionados con un aseguramiento en salud inadecuado, permaneciendo todavía en el sistema, circunstancias indeseables como el mal llamado ‘paseo de la muerte’; e inclusive, el mismo Presidente de la República, los gobernadores y las mismas EPS han argumentado la falta de cumplimiento de estas empresas frente a las funciones que tienen con sus afiliados.
Esos son solo algunos de los muchos argumentos que tienen los colombianos para no desear la continuidad de las EPS en el sistema de salud de este país, razones que les impidió fidelizarse a las empresas que debían garantizarles su protección y atención en salud. Por eso, si esta consulta resulta exitosa, hay que decir que ellas se lo buscaron.