“Voy a salir a matar para ser campeón mundial en Japón”

El cordobés Robert Barrera peleará el 23 de julio ante el local Ryoichi Taguchi, monarca minimosca de la Asociación Mundial de Boxeo.

Ya hay fecha en el calendario. Robert Barrera, el mejor del peso minimosca de la AMB (Asociación Mundial de Boxeo), se desplazará este a Tokio. En el país asiático tendrá la oportunidad, el 23 de julio (domingo, a las 5 a.m.) de arrebatarle el cetro minimosca AMB al campeón reinante, el japonés Ryoichi Taguchi, púgil que obtuvo su galardón el 31 de diciembre de 2014.

Barrera, nacido en San José de Canalete, Córdoba, hace 24 años, tiene el libreto bien aprendido. En tierras extranjeras solo vale noquear.

“Pelear en tierras extranjeras lo tomo como un reto. Voy a salir a matar para ser campeón mundial en Japón. Pe- learé como si estuviera en mi casa. Solo él y yo estamos arriba en el ring. La gente, todo lo demás, no cuenta y no hace parte del espectáculo”, expresó Barrera a EL HERALDO.

En el Ota-City General Gymnasium de Tokio, Barrera tendrá la gran oportunidad de conquistar un título. Su tierra natal ha gozado ya con dos cetros, uno de su hermano Miguel Barrera y otro de Enis Pacheco, su prima.

“Vengo de una familia de boxeadores. Ya conocemos lo que es el triunfo y quiero hacer historia. Mi hermano me da moral y me dice que uno tiene que salir a matar. Será muy duro salir a ganar en Japón, pero estamos preparados para pelear 15 round si es necesario”, dice Barrera.

DARLEYS LO ACOMPAÑARÁ. El ex campeón mundial del peso ligero Darleys Pérez será uno de los acompañantes de Barrera en su ruta hacia el título. El cordobés ve en el antioqueño un buen espejo y sigue sus consejos.

“Darleys es un motivo para ganar. él es un gran compañero, es un veterano que nos da mucha consejos y estamos fuerte para seguir con esta ilusión de ser campeón”, expresó Barrera, quien es entrenado por Álvaro Mercado.

Barrera exhibe entusiasmo y en sus palabras se nota que está fuerte mentalmente.

“Taguchi no es rival para ganarle a Barrera y no me va a quitar las ganas de darle un mejor futuro a mi hijo”, dice en alusión a su pequeño Robert Andrés, de cuatro años.