Héctor murió intentando ayudar a los demás
Los restos de Héctor Alonso Rizo Espinosa llegaron a Medicina Legal, en Barranquilla, la tarde del jueves. Neritza Teherán Solano, prima de la víctima, aseguró entre lágrimas que “estamos seguros que Héctor no se hubiese quedado quieto viendo a los demás agonizar, y que si era necesario daba su vida por los demás”. Varios de los sobrevivientes manifestaron que Rizo Espinosa los ayudó a salir, arriesgando su propia vida. En el último intento por salvar a uno de los atrapados en el bus, no pudo salir. El hombre que tenía 34 años, deja a su esposa, con quien tenía cinco años de casado, con tres meses de embarazo y un niño de dos años de edad. Rizo Espinosa trabajaba como técnico mecánico en el área de camiones con la contratista de la firma Cerrejón y había estado de descanso en esos días, por lo que decidió viajar hasta Barranquilla para visitar a sus padres. Según la información revelada por su familiar, Rosa Mariela Ortiz Mendoza, esposa de Héctor Alonso, se sentía incómoda por su partida y había estado pendiente de su hijo de dos años porque tenía fiebre y malestar. Dijo que, en medio de una de las conversaciones, su esposa le manifestó que el bebé que están esperando se estaba moviendo, y que había estado también inquieto, a lo que le dijo “el bebé se está moviendo, será porque siente que me voy”, sin saber que posteriormente se enterarían de la tragedia. “Rosa estaba llamando a Héctor cada hora, para saber por qué se estaba demorado tanto el bus, él le dijo que tenían un retraso en el camino y estaban comiendo; pero como a las 11:30 ya el celular sonaba apagado, ella se desesperó y me llamó para comentarme y salimos a ver qué pasaba y nos enteramos del accidente”. Dijo además que se trasladaron hasta el siniestro pero no encontraban a su familiar entre los sobrevivientes, además no les dejaban ver a las personas calcinadas para identificarlos. “Fuimos a los hospitales, buscamos y no encontrábamos a Héctor, fue un día agobiante”, enfatizó. Asimismo, manifestó que lo único que les da tranquilidad en este momento es haberse enterado que Héctor fue uno de los héroes de los demás, y que estaba sacando a las personas del bus antes de que estallara. “Estamos consternados, y con el alma en pedazos, pero hoy él se convierte en nuestro héroe”, afirmó Neritza Teherán.