Alerta por nuevas invasiones en lotes del municipio de Soledad
La comunidad denuncia que hay “invasores profesionales” que venden los predios hasta en $18 millones La Alcaldía anuncia operativos para recuperar esos espacios.
Nuevos puntos de invasiones fueron detectadas en cuatro barrios del municipio de Soledad. En terrenos fiscales, destinados a la construcción de zonas verdes, terceros se han apropiado del espacio público y han construido decenas de viviendas. En Normandía, 20 de julio, San Pedrito y en la entrada al barrio Soledad 2000, son aproximadamente 80 casas las que se han edificado en los últimos 20 meses, según las comunidades del sector.
En la Urbanización Normandía, en donde se presenta una de las invasiones más grandes, residentes del sector aseguran que desde principios de 2016 ha aumentado la construcción de viviendas en ese sector.
Alrededor de 40 viviendas han sido cimentadas en terrenos cedidos hace diez años por los urbanizadores para que la Administración Municipal los destinara a zonas verdes.
Sin embargo, ante la falta de control de las últimas administraciones, terceros se han ido apropiando de estos lugares a tal punto de negociar estos predios para la construcción de casas.
Un habitante de Normandía, quien prefirió no ser identificado, denunció que existe un “cartel de invasiones” en el sector. Afirmó que desde hace 20 meses personas que no residen en el barrio negocian los predios en hasta $18 millones.
Según la denuncia, las ocupaciones se vienen desarrollando en dos sectores del barrio y los que se encargan de negociar $2 millones de cuota inicial, lo que les permite tener el “permiso de construcción”.
“Estos predios no son vendidos a personas de bajos recursos, muchas de estas casas las construyen de dos pisos y se ahorran la plata de los impuestos y servicios que nosotros sí pagamos”, afirmó un habitante de Normandía. Señaló, además, que estas invasiones han desatado la inseguridad en el sector, debido a que algunas de estas viviendas son utilizadas para el expendio de drogas.
Otro caso se presenta en el sector San Pedrito, ubicado a un kilómetro de la Alcaldía Municipal. Los habitantes aseguran que desde finales de 2015 comenzaron las construcciones en ese sector, sin control.
Unas 20 casas fueron construidas en predios que pertenecen al municipio. Varias de ellas están en etapa de construcción de su segunda planta y otras son usadas como establecimientos comerciales, sin rendir tributo al municipio, advierten los vecinos.
PROBLEMA HISTÓRICO. Las invasiones en Soledad son un problema que históricamente se ha presentado en el municipio. Según un analista, a finales de los 80 comenzaron las primeras ocupaciones indebidas por el desplazamiento forzoso que se vivía en el país.
En la década de los 90 el problema siguió creciendo, ya eran más las ocupaciones indebidas que se presentaban en el municipio. Esta vez —según el analista— estas ocupaciones ocurrían porque “los políticos solían entregar lotes a cam- bio de votos”.
Explica que es por esto que muchos de esos barrios, a los que se les conoce como “villas” tienen nombre de personas, como Villa Selene, Villa Anita, Villa Sol, entre otros.
Asegura que los dirigentes políticos entregaban hectáreas de tierra a terceros, con el fin de conseguir votos y la gente popularmente bautizaba estos lugares con los nombres de estos dirigentes o de sus familiares.
MÁS SEGUIMIENTO. Los habitantes de los sectores aledaños pidieron a las autoridades municipales que ejerzan más presión sobre los “invasores profesionales” que se encuentran ocupando predios que le pertenecen a la comunidad.
Verónica Roca, miembro de la Junta de Acción Comunal del barrio 20 de Julio, manifestó que los terrenos ocupados ilegalmente en el sector generan inseguridad en la zona. “Queremos que las autoridades actúen más, no podemos permitir que esto se siga esparciendo más”, manifestó.
Por su parte, el concejal Álvaro Martínez, calificó de “preocupante” la situación que se presenta con las nuevas invasiones en el municipio.
El funcionario señaló que la Secretaría de Gobierno debe hacer el seguimiento a cada uno de estos casos, para evitar que se sigan proliferando. “Los invasores aprovechan que no se le ha hecho el seguimiento pertinente y ocupan estos lugares, los venden y estafan a la gente”, afirmó Martínez.