Congreso debate el estado de municipios ribereños de la Costa
El senador Antonio Correa advirtió que hay problemas de sedimentación en el río Magdalena, producto de vertimientos mineros de Antioquia.
BOGOTÁ. Desde la Comisión de Ordenamiento Territorial del Senado, en debate de control político realizado este miércoles sobre la problemática de inundaciones y demás afectaciones ambientales de los municipios ribereños de los departamentos de Bolívar, Sucre y Córdoba, los senadores citantes, el barranquillero del Partido Liberal Álvaro Ashton y el cartagenero de Opción Ciudadana Antonio Correa pidieron al Gobierno Nacional obras y prioridad en las regalías para enfrentar la situación.
Al respecto, Correa le dijo a EL HERALDO que, por ejemplo, “se debe hacer un dique carreteable con compuertas de apertura para que se permita la entrada y salida de agua con sitios de amortización natural como son los humedales en La Mojana, y estas compuertas deben garantizar que no hayan inundaciones en estos importantes municipios en Córdoba, Sucre y Bolívar”.
Propuso además el parlamentario que los municipios ribereños del Magdalena tengan “el trato preferencial con las regalías ribereñas del mismo, ya que se descongelan tras el contrato de la navegabilidad del río Magdalena, y al destrabarse estas regalías se deben priorizar los municipios que constantemente se desbordan y se deben construir protecciones y jarillones que eviten que se vulneren estos municipios de Bolívar”.
Para Córdoba, dijo, es importante hacer tratamientos de manera inmediata en los 51 puntos críticos que están hoy en el Bajo Sinú para que exista la solución definitiva a esta problemática: “a esto le sumamos el cumplimiento de la sentencia de la Corte Constitucional, que pide que no se intente sacar provecho como los inescrupulosos que taponan para que se sequen los humedales y se usen para pastos privados del ganado”.
Recordó que este sistema natural de compuertas le costaría al país cerca de un billón de pesos, por lo que se preguntó: “¿cuánto se gasta en obras de mitigación? Pero si solucionamos el problema de raíz haremos que estas subregiones no vuelvan a sentir las olas invernales”.
También criticó el citante las demoras de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, UNGRD, en el taponamiento “de algunas bocas que deberían estar cerradas, porque han existido amenazas, como en el caso de Santa Anita, que costó 45 mil millones de pesos, y no se justifica que tenga esta amenaza de una segunda ola invernal”.
Finalmente, advirtió que se debe tratar con mineros de Antioquia el asunto del vertimiento de sedimentación en el río, “lo que hace que el mismo se desborde con la lluvias, afectando estas regiones de Bolívar, Sucre, Córdoba y La Mojana”.