Froome gana la contrarreloj y sigue más líder que nunca
El británico no pierde de vista la cima en la Vuelta a España.
Esteban Chaves cayó al noveno puesto. López marcha sexto.
LOGROÑO. El británico Christopher Froome (Sky) ayer la etapa 16 de la Vuelta a España, una contrarreloj individual entre el circuito de Navarra, en Los Arcos, y Logroño, afianzando su liderato en la general.
Froome, que invirtió un tiempo de 47 minutos en recorrer los 40,2 km de la etapa, se impuso al holandés Wilco Kelderman (Sunweb), segundo a 29 segundos, y al italiano Vincenzo Nibali (Bahrain), tercero a 57 segundos.
El ciclista británico se afianzó con esta victoria al frente de la general, donde cuenta con 1:58 de ventaja sobre Nibali, segundo, y 2:40 sobre Kelderman, tercero.
El español Alberto Contador, quinto en la etapa del día a 59 segundos del ganador, se colocó quinto en la general, a 4:58, a algo más de dos minutos del podio, que marca Kelderman.
Contador arrebató este quinto puesto en la general al colombiano Esteban Chaves (Orica), que cayó al noveno puesto, mientras que Miguel Ángel Moreno (Astana) aguantó en el sexto puesto.
Hoy tendrá lugar la 17ª etapa de la ronda española, de 180,5 km, entre Villadiego y Los Machucos, con un puerto de segunda categoría, otro de primera y final en un alto de categoría especial. AFP
Uno de los jugadores más grandes que ha tenido el béisbol profesional de los Estados Unidos se llamó Joe DiMaggio e ingresó con letras de oro al Hall de la Fama, fue un centerfield que los aficionados americanos veían jugar con gran deleite, por la precisión de sus jugadas. Raramente cometía un error, pero su cuenta errática es o fue de una pequeñez increíble. Alto -de una estatura de 6 pies, casi 4 pulgadas- no era que tenía gran velocidad, pero la tenía por las zancadas con las que emprendía el fildeo de un fly o una lindes entre dos, que DiMaggio fildeaba justa e impecablemente
Su average de fildeo era de una gran efectividad (nos excusan los lectores por alegar lo que siempre hemos dicho: el robo de nuestro libro con toda clase de averages, que nos robó un carrero en una maldita mudanza)
DiMaggio, aparte de sus averages de fildeo o de bateo impuso un récord
en las Grandes Ligas, al batear de hit en 58 partidos consecutivos. La noche que le rompieron esa marca, recordamos que fue en Cleveland. DiMaggio bateó esa noche dos fuertes líneas que fueron fildeadas de aire y dos roletazos violentos por la antesala, que el antesalista le fildeó magistralmente para ponerlo out en la inicial, y parando en seco ese récord que él venía tejiendo en los estadios de la Liga Americana. Con el récord ya detenido, DiMaggio bateó de hit nuevamente por 26 juegos más. Nos perdonan que podamos cometer un error en el dictamen de esas cifras por las razones anotadas.
Si mal no recordamos, el récord de DiMaggio fue en 1941, y ese mismo año fue la aparición del récord que impuso el temible bateador de aquel tiempo: Ted Williams quién bateó ese año la asombrosa cifra de 406 hits. Williams está incrustado en la historia de las Grandes Ligas como uno de los pocos
bateadores en lograr un average por encima de los 400 puntos, equiparándose con los pocos toleteros que han logrado tamaña cifra.
Por cierto, ¿qué vino a continuación de aquel año, cuál de las dos cifras tenía más valor deportivo: si los 58 juegos consecutivos conectando de hit por Joe DiMaggio o los 406 de average disparados por Williams? Para muchos observadores autorizados la ventaja o el mérito intrínseco logrado por Williams tenía más grandeza beisbolera, pero los cronistas deportivos acreditados en las Grandes Ligas y resentidos por las groserías que les cometía Williams con harta frecuencia, votaron a favor de DiMaggio. Muchos periodistas criticaron esa actuación de sus colegas.
El béisbol de Grandes Ligas consagró a los dos peloteros, Joe DiMaggio y Ted Williams, como lo mejor de lo mejor en las Mayores por aquellas calendas.