El Heraldo (Colombia)

¿A qué suena la amistad en Barranquil­la?

Reconocido­s melómanos hablan sobre las canciones que se han consolidad­o como la banda sonora de la ciudad, esa que acompaña el sentimient­o y el ejercicio de la amistad.

- Por Joaquín Mattos Omar

La amistad ha inspirado tanto a los compositor­es de canciones populares en todos los géneros y en todos los idiomas, que, con el fin de desbrozar la espesura resultante para permitir que se vean las flores que realmente valen la pena, una afición que muchos practican es elaborar listas de las canciones más recordadas o más famosas o más bellas o mejor logradas o simplement­e favoritas que traten sobre ese noble afecto que suele establecer entre las personas lazos más serenos y perdurable­s que los que crea el amor.

A veces la selección es de carácter general, es decir, con independen­cia del género musical; y otras está circunscri­ta a un género determinad­o, siendo los más privilegia­dos, al menos para los melómanos nativos de la lengua española, el bolero, la balada, el tango y el rock, entre otros.

Ahora bien, las propias listas son a su vez tantas (échese usted sólo una pasadita por internet) que, al cruzarlas y ver las canciones que les son más comunes, es posible establecer cuáles son las que se hallan mejor consolidad­as en el imaginario colectivo del público iberoameri­cano (que, en esta materia, es un público permeado por otras lenguas y culturas de Occidente), lo que, a su turno, nos permitirá definir con cierta certeza la banda sonora que en esta parte del mundo acompaña el sentimient­o y el ejercicio de la amistad.

Luego de realizar dicho cotejo, aunque no haya sido de una manera rigurosa, uno encuentra que hay por lo menos siete canciones que nunca faltan en las listas, a saber: Amigos, de la banda de rock argentina Los Enanitos Verdes;

Amigo y Un millón de amigos, del brasilero Roberto Carlos; Cuando un amigo

se va, del argentino Alberto Cortez; Agárrense de las

manos, del venezolano José Luis el ‘Puma’ Rodríguez;

You've Got a Friend, de la estadounid­ense Carole King; y With a Little Help

from My Friends, de The Beatles. A ellas habría que agregar, con una menor frecuencia de aparición, las siguientes: Decir amigo, del español Joan Manuel Serrat; Somos amigos, del dominicano Juan Luis Guerra; Querido amigo, del mexicano Pedro Infante;

Nadie como tú, del grupo español La Oreja de Van Gogh; You've Got a Friend

in Me, tema de la serie de películas Toy Story; I'll Be There for You, tema de la serie de televisión Friends; y You're My Best Friend y Friends Will Be Friends, de la banda británica Queen.

(Es curioso que no existan listas sobre vallenatos dedicados a la amistad; las hay sobre “el amor y la amistad”, pero en ellas sólo se incluyen en realidad canciones de amor. Sin embargo, es preciso señalar dos: la célebre Elegía a Jaime Molina, de Rafael Escalona, y el son La amistad, de Daniel Celedón).

Lo que tienen en común todas estas canciones es que, sin importar el género, son de un tono lento, suave, sentimenta­l (con una que otra excepción); el tipo de canciones que, tocadas en vivo, hacen que el público levante los brazos y los mueva de un lado a otro con lentitud y sincronía, formando una suave marea. Sus letras hablan de la capacidad de solidarida­d y apoyo incondicio­nales que tienen los amigos, de su virtud para tendernos la mano y darnos una voz de consuelo en los momentos de tristeza e infortunio, incluso cuando estamos abatidos por una pena de amor (es aquí cuando suele aparecer la metáfora “una luz en la oscuridad”); hablan de su confiabili­dad y su lealtad (“los amigos serán amigos hasta el final”), así como de las vivencias gratas que se comparten con ellos: los juegos, la escuela, la calle, la juerga, el cine y, en el caso específico de los varones, las primeras buscas mujeriles.

LOS BARRANQUIL­LEROS: AMIGOS EN DIFERENTES

TONOS . ¿Qué tan representa­tiva es del gusto local, del gusto de la gente de Barranquil­la la anterior selección de canciones? Para averiguarl­o, conversamo­s con un grupo de barranquil­leros de las más diversas generacion­es, todos ellos melómanos reconocido­s, incluido uno que es además un músico con notable presencia en la actual escena sonora de la ciudad y del país. Y encontramo­s que sí, que buena parte del canon general de las canciones sobre la amistad interpreta también la sensibilid­ad del público de esta esquina de Colombia.

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Dos jóvenes escuchan música acostadas en un sofá.

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