‘El fin de la guerra’
El Proceso de Paz visto por el documentalista Marc Silva.
Marc Silva es un cineasta inglés reconocido por abordar temas sociales de gran vigencia. Su primer largometraje Who is Dayani Cristal? trata sobre el problema de un inmigrante que desaparece tratando de cruzar la frontera con ➲stados Unidos, cuyo cuerpo nadie reclama, convirtiéndose en un número más. Fue premiado como Mejor Documental en la categoría internacional en el Festival de Sundance de 2013 y obtuvo el premio de Amnesty International en 2014.
➲l segundo, 31/ 2 Minutes, 10 Bullets, trata sobre la injusta muerte del joven afroamericano Jordan Davis, quien recibió diez balazos de parte de un hombre blanco, demostrando las brechas del sistema judicial norteamericano cuando de racismo se trata. Recibió el Premio del Jurado en Sundance en 2015.
➲n El fin de la guerra, Sil- va documenta el Proceso de Paz en Colombia, con una visión objetiva, inmiscuyéndose en lo más profundo del conflicto entre el Gobierno colombiano y las Farc. Siguiendo una trayectoria lineal y realista demuestra lo que conlleva la transición de la guerra a la paz, con sus implicaciones tanto espirituales como materiales.
Cuando un conflicto se perpetúa por generaciones, como es el caso de la guerrilla en Colombia, aprendemos a vivir con él, y hasta cierto punto nos sentimos inmunizados. Las noticias diarias de los enfrentamientos, las pérdidas en vidas humanas, los secuestros, se convierten en parte de lo cotidiano, y perdemos la noción de lo que tales hechos representan desde el punto de vista humano.
➲s por tal razón que la mirada externa es requerida y válida como lo muestra esta coproducción colombobritánica. La cinta registra detalles inéditos de las conversaciones en La Habana con acceso a los dirigentes tanto del Gobierno como de las Farc, y el relato se realiza a través de la voz de un periodista, Jorge ➲nrique Botero, curtido en el tema después de años de seguimiento del mismo. Su voz logra transmitir aspectos muy íntimos manteniendo la distancia de quien observa.
Con algunos episodios sorprendentes, nos introducimos en el frustrado paso por las urnas donde la oposición, dirigida por Álvaro Uribe Vélez, se impone para evitar la aprobación del acuerdo, y enmarcados por la imponente música de Gustavo Santaolalla, ganador de dos premios Óscar ( Brokeback Mountain, 2006, y Babel, 2007), nos sentimos como si estuviésemos presenciando un thriller en espe- ra del desenlace.
La película nos hace testigos del sufrimiento de las víctimas, la parte más sensible y emocional del problema, y del contexto político, llevándonos a cuestionar más a fondo las complejas facetas que presenta este proceso que aún no termina.
Después de El silencio de los fusiles, de Natalia Orozco, esta es la segunda aproximación, mostrada recientemente en las Naciones Unidas en el marco del Día Internacional de la Democracia, y serán necesarias otras más para decantar a fondo lo que conlleva este suceso histórico.