El Heraldo (Colombia)

“Me quedó la vida para contar lo que sucedió”

Milena De Alba,

- Por Leonardo Carvajalin­o

atacada con un hacha por su expareja frente a su hijo de 5 meses, relató su historia de violencia intrafamil­iar.

“Yo soy una pelá verraca. Toda la vida he estudiado, he trabajado, yo no me he portado mal, no me merecía que él me hiciera esto, dejándome como me dejó y con mis hijos pequeños”.

Esta fue la única parte de su declaració­n que le arrancó lágrimas a Milena De Alba Freyle durante la entrevista que concedió desde su camilla en la Clínica Campbell, donde permanece bajo observació­n.

El parte médico de la joven de 21 años revela que ha mejorado con los días. Cuando llegó al centro asistencia­l presentaba trauma craneoence­fálico, herida amplia en el cuero cabelludo y fractura expuesta de la muñeca izquierda con lesión en la arteria radial. Su estado de salud es consecuenc­ia del ataque del que fue víctima en una finca ubicada en Caracolí, Malambo, el pasado lunes.

Jorge Morales Cuesta, su expareja, blandió un hacha en contra de su humanidad en repetidas ocasiones en frente del hijo de ambos, de cinco meses de nacido.

“La psicóloga me dijo que, por el trauma, no recuerdo ciertas partes”, aclara Milena sobre el momento de la agresión.

RECONSTRUY­ENDO LA ESCENA. Milena De Alba y Jorge Morales vivían en el barrio Villa Esperanza de Malambo. En julio pasado se separaron, luego de un año de relación, de la que nació un hijo.

Milena listó las razones por las que no funcionó la vida de pareja entre ambos: “Él no demoraba en los trabajos, discutía demasiado con mi mamá, le gustaba mucho el trago y las maquinitas”.

Poco tiempo después de la separación, la joven comenzó a trabajar nuevamente vendiendo revistas y haciendo rifas en el barrio. Jorge la contactó varias veces: “Me dijo que si no volvía con él me mataba a mí y a mi bebé”, relata Milena.

No obstante, hasta ese momento el hombre nunca la había tocado. “Me decía las cosas con molestia y era celoso pero no me había pegado antes”, comenta.

Esto fue así hasta el domingo 15 de octubre, una semana antes del ataque con el hacha. Milena se encontraba en su barrio recolectan­do el dinero para una rifa. Según cuenta, Jorge la perseguía con su bebé de cinco meses en sus brazos. “Llévatelo a la casa y déjame en paz”, recuerda haber dicho la joven. La respuesta, cuenta Milena, fue una mano que agarró su cabeza y la estrelló contra una pared.

“Sus hermanos me trataron de ayudar pero a ellos también les pegó, estaba como loco, me encerraron en una casa al frente hasta que vino a buscarme mi familia”, detalla Milena.

Luego de este incidente decidió interponer un denuncio ante la Comisaría de Familia. De allí fue a Medicina Legal, donde fue valorada y recibió 10 días de incapacida­d debido al fuerte golpe que sufrió en la frente.

Ante la situación, su madre, Carmen de Alba, la mandó a vivir a donde su hermana Niní en una finca en la vereda de Villa Herrera. Hasta allá la fue a buscar Jorge el lunes 23 de octubre.

Milena había recibido el llamado de su mamá esa mañana para comentarle que había visto a Jorge “borracho y amanecido”. La joven continuó con su día, pensándose segura a kilómetros de distancia. Se estaba cambiando la ropa para tomar rumbo a la Fiscalía, donde presentarí­a el dictamen que le habían dado en Medicina Legal, cuando escuchó la voz de Jorge.

Según cuenta Milena, salió inmediatam­ente del cuarto con el hijo de ambos. Se le entregó a él y le dijo: “Si viniste a buscar al niño aquí está. Voy para la Fiscalía, yo te demandé”, estas fueron las últimas palabras pronunciad­as antes del ataque.

“Se acercó a mi hermana, creí que la iba a golpear pero cogió un hacha que estaba en el rincón”, agregó Nini, hermana de la joven que cargaba al niño de cinco meses en brazos. Dos hachazos en la cabeza y uno más en la mano izquierda a la altura de la muñeca fueron la totalidad de los ataques.

Jorge intentó huir pero fue atrapado por miembros de la comunidad quienes lo golpearon. Milena fue transporta­da a la Clínica Campbell de Malambo y de allí remitida a la de Barranquil­la, en donde recibió atención médica. Permaneció sedada durante casi dos días.

DESPERTAR. “Empecé a gritar y a patalear hasta que me sedaron otra vez”, así fue el primer despertar de la joven luego del ataque. Cuando abrió los ojos nuevamente estaba amarrada, y solo de esta forma pudo enterarse de lo sucedido.

Supo que Jorge tiene medida de aseguramie­nto en la Cárcel Modelo de Barranquil­la por el delito de tentativa de homicidio agravado y que el personal médico se encuentra estudiando el estado de salud de su mano pero que aún no la ha perdido.

“Si él sale de la cárcel me va a seguir perjudican­do, porque no está bien de la cabeza, él necesita internarse en un centro de rehabilita­ción”, asegura Milena.

Aunque su antebrazo izquierdo esté sujeto por “tornillos, tuercas y varillas”, dice que está agradecida de poder contar su historia. “Todo me lo callaba, y ahora tengo esta oportunida­d que no tienen todas las que pasan por esto”.

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LEONARDO CARVAJALIN­O Milena,en la Clínica Campbell.
 ?? LEONARDO CARVAJALIN­O ?? Milena De Alba continúa el tratamient­o para recuperar su mano izquierda en la Clínica Campbell.
LEONARDO CARVAJALIN­O Milena De Alba continúa el tratamient­o para recuperar su mano izquierda en la Clínica Campbell.

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