El Heraldo (Colombia)

El sistema se cansó

- Por Ulahy Beltrán López

Así su equipo vaya ganando, cuando un jugador de fútbol se agota físicament­e durante el desarrollo de un partido, porque se le acaba el tanque de reserva de energías, mira a su técnico y le hace señas para que lo cambie por otro jugador que sí esté en condicione­s de seguir compitiend­o de manera exigente y plena, de tal modo que no se ponga en peligro el máximo objetivo de un equipo de alto rendimient­o deportivo, como es ganar cada competició­n.

Utilizando ese ejemplo, pretendo referirme al actual sistema de salud colombiano. Lleva jugando desde el año 1993 y por la forma como lo han orientado los diferentes directores técnicos que ha tenido a lo largo de estos 24 años, el sistema presenta suficiente­s muestras de una fatiga tal que amerita el cambio urgente para que no se siga poniendo en peligro la salud y la vida de quienes deben recibir protección y atención a partir de dicho sistema.

Esta fatiga del sistema de salud colombiano se evidencia a través de señales inequívoca­s de cambio que él mismo se ha encargado de dar de forma muy notoria. Una de esas señales es la billonaria cartera hospitalar­ia que crece cada día más, producto principalm­ente de las acreencias que las asegurador­as del contributi­vo y del subsidiado no le han pagado a hospitales públicos y clínicas privadas a lo largo y ancho del país.

Otra señal que está enviando el sistema, mostrando su fatiga, es la poca o ninguna probabilid­ad que tienen las personas que están sanas para acceder a programas efectivos de promoción de la salud y prevención de la enfermedad, así como la imposibili­dad de miles de colombiano­s de recibir los servicios del sistema para recuperar su salud cuando se enferman, tanto en uno como en otro régimen, debiendo recurrir a la acción de tutela para que se les respete el derecho fundamenta­l a la salud y así poder tener acceso real a dichos servicios requeridos.

Hay otras señales innegables de fatiga del sistema, como la corrupción que llegó y se estacionó en el uso de los recursos de la salud; la alarmante cifra de mortalidad evitable en personas que no debieran haber fallecido porque por su aseguramie­nto deberían haber recibido prevención y/o tratamient­os de manera oportuna; la nunca antes vista suspensión de un superinten­dente de Salud por parte del Ministerio Público ante el incumplimi­ento de su deber por parte de dicho funcionari­o.

Por todo lo anterior, el cansancio del actual sistema exige el inaplazabl­e cambio a partir de una urgente reforma estructura­l, de lo contrario seguirán peligrando las vidas de los colombiano­s y de las institucio­nes que hasta ahora les han garantizad­o la prestación de los servicios que ellos requieren.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia