Elefante invisible Vol. 2
En la columna anterior recordé los supuestos sobornos de Odebrecht en la campaña presidencial de Óscar Iván Zuluaga en 2014. Mencioné, también, cómo el Consejo Nacional Electoral archivó la investigación de manera descarada e injustificada. Manifesté que en el Vol. 2 de este artículo recapitularía sobre lo sucedido en las campañas de Juan Manual Santos en 2010 y 2014. En este país, tenemos mala memoria. Más vale meterle zancadillas al alzhéimer colectivo que nos invade. En el 2018, no se nos puede escapar ni medio detalle. Recordemos los hechos.
José Roberto Prieto es economista y se dedicó por varios años a la planeación estratégica de medios. Accionista de la empresa MarketMedios. En 1997, Juan Manuel Santos le ofreció la gerencia administrativa de su campaña preelectoral dentro del Partido Liberal. También fue director de la Fundación Buen Gobierno durante cuatro años y director administrativo de la campaña del Partido de la U al Congreso en 2006. En el 2010, participó en la campaña por la presidencia de Santos y luego fue enviado a Estados Unidos como representante de Colombia ante el Banco Interamericano de Desarrollo. Mientras que en el 2013, asumió la gerencia de la campaña de reelección del actual presidente. Su relación con Santos ha sido cercana, han trabajado juntos durante largo tiempo. Supongamos que Prieto sabía sobre los aportes de Odebrecht en ambas campañas, ¿es posible que se lo ocultara?
El enredo apenas comienza. El exgerente de la campaña de Santos aparece en varias de las investigaciones que adelanta la Fiscalía con respecto a los sobornos de Odebrecht. Prieto afirmó que la multinacional brasilera pagó 400.000 dólares para los afiches de la campaña de Juan Manuel Santos en 2010. El presidente aseguró que “se acaba de enterar” sin dar mayores detalles.
También está el supuesto pago por un millón de dólares por parte de Odebrecht a la campaña de Santos en 2014. En teoría, se hicieron dos transferencias de 500.000 dólares para una encuesta. El contrato se hizo con la firma panameña Paddington en acuerdo con la agencia de publicidad Sancho BBDO. De igual manera, Pietro se asoma en el conflicto del millón de dólares que entregó Otto Bula a Andrés Giraldo, aunque supuestamente no se sabe en dónde terminó esa plata. Gabriel Dumar, representante del consorcio Sion, prestó su empresa para blanquear dinero de Odebrecht y aparentemente Prieto recibió dinero en esta gestión. Niega gran parte de las acusaciones en su contra. Poco a poco se ha ido colgando en varios de los escándalos sin llegar a conclusiones y respuestas concretas.
La realidad es que José Roberto Prieto es una de las piezas claves para armar el rompecabezas de los supuestos sobornos que entraron a las campañas del presidente Juan Manuel Santos en 2010 y 2014.
El elefante de Odebrecht sigue disfrazado de hombre invisible en Colombia. Son pocos los investigados por semejantes sobornos y continúan muchas preguntas sin responder. En un país decente tendrían que dar explicaciones concretas los jefes de las campañas y partidos políticos, incluido el presidente. Aquí, unos cuantos son cuestionados y de resto es como si nada hubiera pasado. Las frases: “Todo pasó a mis espaldas” o “Me acabo de enterar” siguen siendo la armadura de los políticos de siempre, mientras la verdad de lo ocurrido se escabulle hasta desaparecer.