La dinámica de la salud
Cambiar las riquezas y el envejecimiento por una salud permanente ha sido la meta de quienes todavía no aceptan la evolución natural de las especies. Sin embargo, después de muchos años, la ciencia busca cómo al menos prolongarla y volver lo más feliz posible la estancia que por muy larga que sea siempre se termina. Y aunque todos participamos en general, existimos los médicos, quienes con todos los trabajadores de la salud nos dedicamos a hacer posible esa existencia placentera de la vida. La salud ha mostrado ser dinámica, es decir cambiante y evolutiva, desde los principios de la humanidad, cuando el hombre necesitó adaptarse a las condiciones inclementes de la naturaleza, y a enfrentar no solo las condiciones físicas sino también los otros seres vivos que también han buscado su sobrevivencia, desde los dinosaurios hasta los microorganismos como bacterias, hongos y otros. El ambiente ha sido transformado por las organizaciones sociales, y diferentes cambios de gobierno, bajo la influencia incontrovertible de la genética, las interacciones humanas, las guerras, y sobre todo la inteligencia desplegada con los hallazgos científicos, luchando contra la aparición de enfermedades y otras causas de muerte, como la violencia, los fenómenos accidentales y todavía algunas causas desconocidas. Define la dinámica de la salud la pobreza, la desnutrición y las actuaciones de los dirigentes, líderes o ejecutivos de los gobiernos. La naturaleza no la podemos cambiar, y la lucha contra ella es cada vez más difícil, y solo nos podemos defender algo de sus acciones, huracanes, terremotos y otros.
La genética tampoco ha podido ser intervenida directamente, y aún nos faltan muchos años para dirigirla favorablemente. Quedando solamente las actuaciones de líderes y gobernantes, que parecen no darse cuenta de que la investigación, y el buen manejo de las políticas de la salud son las que nos pueden llevar a mejorar la calidad de vida de las personas. La promoción y prevención de la salud, tan deficiente en Colombia, son el éxito en los países desarrollados. En Colombia la inversión es mayor para la guerra, y los políticos, creyendo que con ello se puede cambiar la dinámica de la salud, mientras tanto la inversión social se disminuye o utiliza mal, con gastos en encuestas, votaciones, despilfarro y corrupción. O en mantener una población delincuencial creciente, con un alto costo y deprivación de necesidades para quienes lo requieren.
Las grandes fuerzas de la industrialización, la concentración urbana, el crecimiento demográfico, los desequilibrios ecológicos, la explosión de conocimientos científicos, el invento de nuevas tecnologías, el acceso a la educación, los medios de comunicación masivos, la lucha por una participación democrática y la globalización económica han traído una transformación radical en los niveles de salud.
Pero han sido los avances de la ciencia, la tecnología y la organización del Estado lo que han permitido mayores reducciones de la enfermedad y la muerte durante el último medio siglo, mayores que durante toda la historia anterior de la humanidad. La lucha por un dinamismo favorable de la salud es impostergable.