Efraín Mejía
Allá por el venturoso año de 1957, un amigo en común nos presentó a Efraín Mejía Donado, en la rueda de un cumbión, que estaba instalado en la plaza mayor de la ciudad de Soledad y casi en la puerta de la vieja alcaldía, idea desarrollada por los organizadores de la gran fiesta, en honor al santo patrono, San Antonio de Padua, que se celebra el día 13 de junio. Este hombre fue el creador y funda- dor, en compañía de algunos familiares y amigos, de la cumbia soledeña que presentó con orgullo en diferentes países de Suramérica, Centroamérica, Estados Unidos, entre otros. Nuestros encuentros eran frecuentes,por coincidir en nuestras profesiones, ambos éramos asesores en el comercio de la ciudad, por lo cual tuve la suerte de trabajar al lado de él, en cierto almacén, en el año de 1961.
Estando en estas labores, surge una simpática anécdota de este gran compositor: Efraín me dijo: “tocayo voy a salir un rato”, salió y a eso de una hora, bajó por las escaleras, el gerente preguntando por él, a lo que respondí que había salido, el gerente molesto comentó lo siguiente: nunca que solicito a Mejía está, este hombre solo piensa en su cumbia soledeña, (ya Efra se perfilaba con triunfos en la ciudad).
Esa frase que dijo el gerente, referente al pensamiento de Efra, mostraba la imagen de este hombre talentoso que nos dio tantas alegrías, y nos cubrió de gloria y honores con nuestra cumbia, ante propios y extraños.
Paz en su tumba.
Efraín González A. efraingoar@hotmail.com