TAQUITOS Y BATAZOS ¿Cantillo ya aguanta Selección?
¿Es descabellado pensar en Víctor Cantillo para la Selección Colombia?...
No tengo ninguna duda de que el magdalenense, que la está rompiendo en Junior, va a ser una ficha fija en la renovación que seguramente se vendrá después del Mundial de Rusia-2018. Pero mi duda no es de cara al futuro, mi interrogante se enfoca en el presente. ¿Es una locura pensar en él para el actual combinado patrio? ¿Es demasiado apresurado creer que puede tener un tiquete mundialista?
Si es por el adefesio de Selección que vimos ante Corea del Sur, especialmente en el primer tiempo, la respuesta sin rodeos ni titubeos es un sí.
Sin embargo, ese arroz con mango que armó Pékerman ante el seleccionado asiático hizo ver a todos mal. Messi y cualquier Cristiano se hubiera visto ‘Picapiedra’ con un equipo que intentaba atacar teniendo como laterales a William Tesillo y Stefan Medina, a quienes les rebotaba la bola en las canillas (¡qué horror!). Un equipo sin brújula, sin guión, sin cohesión, sin claridad... Nada de nada.
Pero no pienso en Cantillo para el representativo nacional por defecto de Abel Aguilar, Matheus Uribe, Carlos Sánchez u otros jugadores, yo lo sugiero es por sus méritos, por sus condiciones. Así Colombia hubiera jugado como Brasil-70 en el amistoso del viernes pasado, estaría planteando hoy en esta columna el mismo debate: ¿Es descabellado pensar ya en Víctor Cantillo para la Selección Colombia?...
A riesgo de que muchos colegas y aficionados me puedan tildar de exagerado, alegrón y regionalista, mi respuesta es sí.
No veo en Colombia un volante con el desparpajo, la claridad, la seguridad y la inteligencia de Cantillo.
El flaco de Riofrío es un manual de cómo jugar simple y efectivo. Lo mejor es que lo hace con clase, con categoría. Es práctico, pero vistoso a la vez. Es tranquilo, pero intenso. Un jugadorazo.
No llegó con los bombos y platillos de Teófilo Gutiérrez y Yimmi Chará, mucho menos con los mismos costos, pero Cantillo se ha hecho tan indispensable como ellos. El dueto que ha consolidado con Leonardo Pico no es tan popular y mediático como ‘Chateo’, pero es igual de rendidor. Pékerman, por lo menos pruébalo un partidito para ver si aguanta o no ya.