El fútbol premió al ‘Tigre’ Gareca
El argentino irá por primera vez a una Copa del Mundo.
El fútbol le devuelve a Ricardo Gareca lo que hace 32 años le arrebató, la posibilidad de ir a un Mundial. Esta vez no como jugador del combinado argentino, sino como técnico del Perú, esa misma selección a la que le quitó la posibilidad de ir a una Copa del Mundo, con el tanto que le marcó en la última jornada de las eliminatorias y que significó la clasificación de la Albiceleste a México 86.
Irónicamente, Gareca, héroe de la clasificación, no fue convocado para ese Mundial por el técnico Carlos Salvador Bilardo. ‘El Tigre’, que en ese momento tenía 27 años, no volvió a tener la posibilidad de jugar una Copa del Mundo y culminó su carrera profesional con esa deuda pendiente.
Pero la vida no se queda con absolutamente nada. 32 años después, Gareca recibe una nueva oportunidad, esta vez como entrenador, clasificando al Perú al Mundial de Rusia 2018, un logro histórico en el país inca, que acumulaba 36 largos años sin conocer lo que es una participación en la máxima cita del fútbol orbital.
‘El Tigre’ lideró un proceso exitoso con el Perú, que inició en 2015, con picos altos y bajos a nivel de resultados, pero con un común denominador, un fútbol atractivo y atrevido, que crecía a pasos agigantados con el paso de los años.
“Crean en él (por Gareca), que los va a llevar al Mundial”, le dijo José Pékerman al volante peruano Carlos Lobatón, mientras señalaba al ‘Tigre’, luego del triunfo de Colombia ante el seleccionado inca (2-0), en Barranquilla, en la primera jornada de las eliminatorias a Rusia 2018.
La profecía de orientador argentino se hizo realidad. Perú clasificó haciendo una campaña espectacular, yendo de menos a más y culminando el clasificatorio tuteando a los más grandes del continente.
“No hemos ido a un Mundial hace muchos años y en eso también tiene que ver la falta de confianza, y eso incorporó Gareca a esta selección”, dijo el mediocampista Edison ‘Orejas’ Flores, uno de los descubrimientos del técnico argentino
Tras un inicio nefasto en eliminatorias, el DT argentino prescindió de las ‘vacas sagradas’, decisión que nadie se había animado a tomar. Apostó por buscar en los clubes locales a jóvenes destacados con ganas y hambre de triunfo.
“Yo nunca me voy a dar por vencido mientras matemáticamente tengamos chance. Tengo fe de que este puede ser un año importante”, dijo el DT a la prensa en enero, cuando ya le llovían las críticas.
Pero el universo conspiró. Las apuestas de Gareca empezaban a funcionar. Venció 4-1 a Paraguay de visita, empató con Venezuela, batió 2-1 a Uruguay y 2-1 a Bolivia, y consiguió un histórico triunfo, también 2-1, ante Ecuador en Quito.
Resistió luego a Argentina en su fortín de La Bombonera y con la ayuda del goleador Paolo Guerrero puso el 1-1 ante Colombia que los llevó al repechaje. Dolidos luego por la suspensión de su máximo artillero, se reacomodaron para batir a Nueva Zelanda y quedar listos para ir a Rusia.
Gareca logró lo que 19 técnico no pudieron hacer en los últimos 36 años, volver a poner a Perú en el primer plano internacional, jugando una Copa del Mundo. WGB