Los ‘recogebolas’ del waterpolo no queman tiempo
Jóvenes samarios se muestran dichosos con su experiencia.
SANTA MARTA. Un grupo de adolescentes samarios se sienten hoy tan importantes como cualquiera de los deportistas que participan en los XVIII Juegos Bolivarianos. Con edades que oscilan entre los 13 y 17 años, ejercen un oficio que quizás por sus mentes nunca imaginaron podrían realizar: ser ‘recogebolas’ de waterpolo.
No reciben aplausos, tampoco se cuelgan medallas, pero se llevan el mejor de los premios: estar al lado de los atletas internacionales que compiten en esta llamativa disciplina deportiva.
A diferencia de quienes hacen igual tarea en el fútbol, no queman tiempo, ni escoden el balón cuando el equipo local va ganando. Y si bien permanecen en el agua durante los cuatro tiempos de ocho minutos reglamentarios que tiene el juego, aclaran que “no significa que no la sudemos”. “No es que sea una tarea relajada porque no es fácil mantenerse a flote verticalmente esperando que salga una bola. Las fuerzas en las piernas son extremas y el inclemente sol golpea… pero con gusto”, manifiestan.
Son potenciales estrellas de la natación en carrera pues pertenecen al club Shark, dirigido por el profesor José Luis Dávila, quien con esfuerzos los ha llevado a competir en varios eventos regionales.
Hoy, a raíz de la ‘fiebre’ bolivariana, este club anuncia la creación de la escuela de formación para el waterpolo o polo acuático.
En medio del bullicio que generan los goles, Orlando Oviedo, Raúl Castro, Rafael Jiménez y Luis Miranda, cumplen de manera silenciosa su función, unas veces nadando de un extremo a otro y otras permaneciendo suspendidos en el agua, detrás de los arcos.