El año de la verdad
Ustedes dirán si así se podrá llamar al año 2018. Alguien propondría como nombre el de Año de la Mentira porque tiene en cuenta las dos campañas electorales para Congreso y para la Presidencia, en las que la mentira será el arma preferida de publicistas y de políticos; ya se vio la eficacia de ese recurso en el plebiscito de octubre del año pasado y nada indica que eso cambiará; por el contrario, los resultados de ese plebiscito convencen de que la mentira produce votos.
Pero de los electores del 2018 dependerá que esas jornadas de elecciones se conviertan en unas fiestas de la verdad de la palabra de los votantes.
Hay otro hecho a favor del nombre que propongo: en este año estará en funciones la Comisión de la Verdad. “No es una Comisión contra nadie, es contra la mentira”. Así lo anunció el padre De Roux, presidente de esa Comisión, quien agrega: “es el esclarecimiento de lo ocurrido con el propósito de generar una comprensión coherentar te de lo que nos pasó y avanzar hacia la reconciliación”. Una tarea así, mantenida a lo largo del año, lo convertirá en el año de la verdad. Hablarán militares, –hacen parte de la Comisión– también los políticos, las víctimas, –eje de la Comisión– las agremiaciones, las universidades, los periodistas, los colombianos de a pie, todos los que puedan aportar verdad; todos haciendo parte de una búsqueda colectiva de la verdad de lo que nos viene ocurriendo.
También será el año de la instalación de un nuevo Congreso y de la posesión de un nuevo presidente que, si se aplican unos y el otro, a cumplir sus promesas, podrán convertir este, en el año de la verdad. La verdad, es entre otras, la posibilidad mayor de que disponen congresistas y presidente, de recuperarle a las instituciones el peso moral y la credibilidad que vienen perdiendo, según registran las encuestas. La verdad aparece así como una fórmula de recuperación para el congreso y la presidencia en el 2018.
Un país cansado de las mentiras de la publicidad, lo mismo la comercial que la política, hastiado de las mentiras de la prensa, la que por falta de capacidad profesional o ahogada entre compromisos con los poderes y que incurre en la peligrosa mentira de las verdades incompletas; también está cansado el país con la mentira permanente de los políticos que hablan y trabajan solo por sus intereses y hacen de sus odios, guía y paradigma de sus programas partidistas; son demasiadas razones para que los colombianos miren la verdad como objetivo salvador para toda la sociedad.
La mentira ha llegado a ser la defensa eficaz de los corruptos ¿Cuánto le cree usted a los acusados? ¿A los acusadores? ¿A la justicia? ¿A la prensa? La mentira también es otra arma en las manos de los violentos, a partir de la mentira inicial de sus motivos para matar, secuestrar, extorsionar o amenazar; y después la mentira de sus pretendidas justificaciones para agredir o atentar.
Hacer de 2018 el año de la verdad sería el paso que le falta al país porque llevaría a los colombianos a enfrentar, cara a cara, a su principal enemigo: la mentira; y a esgrimir su arma defensiva más eficaz: la verdad.