La justicia debe explicaciones
El barranquillero Juan Carlos Sánchez, señalado de más de 500 violaciones de niños, estuvo al menos dos veces detenido, pero quedó libre por vencimiento de términos. ¿Quién responde por tal aberración?
La noticia no puede ser más escalofriante: un hombre que se dedicaba al negocio de los videos pornográficos habría violado, en el transcurso de varios años, a más de 500 niños, a los que atraía con el señuelo de los videojuegos. Esta infamia nos toca especialmente de cerca por la circunstancia de que el presunto criminal es barranquillero. Se llama Juan Carlos Sánchez, tiene 37 años y fue detenido el 1 de diciembre pasado en Venezuela, a donde se había desplazado desde la capital del Atlántico a comienzos de 2017 presumiblemente huyendo de la acción de la justicia. Su detención por orden de la Interpol se produjo después de que le incautaran a uno de sus clientes, radicado en México, abundante material pornográfico. Los videos y los mensajes han permitido a las autoridades establecer que Sánchez, quien se hacía llamar el ‘Lobo Feroz’, habría abusado de 276 niños, aunque la Dijín estima que esa cifra podría superar el medio millar una vez se analice todo el material disponible. Todas las víctimas eran varones de entre ocho y 14 años, con la excepción de un bebé de 14 meses que, según las investigaciones, también cayó bajo las garras del depravado criminal. El suceso, espeluznante en sí mismo por el sadismo del violador y la pesadilla de sus víctimas, tiene la gravedad añadida de que pudo haberse evitado. O, al menos, atajado hace 13 años, cuando Sánchez fue detenido bajo la acusación de varias violaciones, pero quedó en libertad por vencimiento de términos.
No fue la única vez que estuvo en manos de la justicia. También en 2008 fue capturado y, de nuevo, salió a la calle porque no instruyeron el proceso en los términos que establece la ley. Más aun: en una consulta a la web de la Rama Judicial, EL HERALDO averiguó que el actual expediente contra el ‘Lobo Feroz’, en que condujo a su captura en Venezuela, estuvo ‘paseándose’ durante seis años por una decena de juzgados penales municipales de Bogotá antes de recalar en el juzgado 21, que lleva en la actualidad el proceso. El poder judicial está en la obligación de explicar con claridad todas estas circunstancias que, sin duda, permitieron que Sánchez llevara su perversión hasta unas dimensiones que harían de él, si es hallado culpable, uno de los mayores violadores en serie de la historia.
No es la primera vez que la justicia deja en la calle a un presunto violador, que al quedar libre continúa con su actividad criminal. Sucedió con el ‘Monstruo de la Sierrita’, como lo reveló en su momento este diario. La Rama Judicial no puede guardar silencio ante semejantes horrores.
Este diario averiguó que el expediente contra el ‘Lobo Feroz’ se ‘paseó’ durante seis años por una decena de juzgados penales municipales de Bogotá hasta que recaló en el Juzgado 21, que lleva en la actualidad el proceso.