Piden control a los ‘peajes humanos’ en la vía Ciénaga–Barranquilla
Autoridades dicen que no es tradición sino mendicidad disfrazada.
SANTA MARTA. Para esta época es una constante – de años– que habitantes de Pueblo Viejo y Tasajera, disfrazados y vestidos de cumbiamberos, se tomen la carretera que conduce a Barranquilla y en medio del transitar de buses, tractomulas y vehículos particulares, bailen desordenadamente a cambio de una moneda.
Son los llamados ‘peajes humanos’ que anualmente, durante la fiesta del Caimán de Ciénaga (que el fin de semana culminó) y en la víspera del Carnaval, asumen esta actitud, la cual tiene pocos amigos al ser rechazada por un grueso sector de la sociedad debido a que “es un riesgo para la integridad física, y genera traumas en la movilidad”.
Mientras los protagonistas afirman que se trata de “una tradición cultural” en el entendido de que lleva implícito el folclor, otros le dan el calificativo de “limosneo”. “Es una mendicidad disfrazada”, afirmó el comerciante Ramón Sastoque.
Esta aseveración es controvertida por Luciano (omitió su apellido), uno de los bailadores, quien dijo con vehemencia que “es una forma de expresión artística”.
Al referirse a la exposición que hacen de sus vidas anotó: “No hay riesgos; nos sentimos seguros sobre la vía porque los carros detienen su marcha o disminuyen la velocidad para apoyar nuestro talento”.
MEDIDAS. En un consejo de seguridad realizado en los últimos días el tema de los denominados ‘peajes humanos’ fue abordado por las autoridades locales y ante la preocupación existente, la Alcaldía y la Policía acordaron llevar a cabo operativos para desalojar de la vía a los bailarines, así como también a los disfrazados.
El personero de Pueblo Viejo, Jorge Pérez Fernández, manifestó que inclusive, “se determinó que esta tarea del Gobierno local y la Policía tendrá el acompañamiento del Bienestar Familiar, puesto que hay participación de niños”.
El protector de los derechos humanos en el municipio, hizo hincapié en que “no es una tradición folclórica sino el hábito de unos cuántos para pedir plata”.
El dirigente comunal de Tasajera, Enrique Maldo- nado, manifestó que en términos generales la comunidad no aprueba esa práctica aparentemente folclórica y recordó que hace un año un carro arrolló a un menor.
“Es un peligro… eso está demostrado y eso se ha hablado mucho, pero poco o nada se hace para controlarlo”, indicó. CONCEPTOS. El sociólogo y escritor cienaguero Carlos Payares González, autor del libro ‘El Salto de la Liebre’, expresó que lo que los puebloviejeros hacen “es una manifestación de sobrevivencia que denota olvido y pobreza”. “No es ninguna tradición cultural, es una forma de pedir plata”, comentó.
Manifestó que esta actividad no solo evidencia la degradación de la miseria, sino que igualmente pone al descubierto falta de autoridad. “¿Quién dijo que en una carretera y en medio de tráfico de carros se baila cumbia?”, preguntó.
Recalcó que no se puede mirar como tradición folclórica, puesto que, el folclor y las muestras artísticas que identifican a los pueblos, lo que hacen es garantizar la vida, la convivencia, la solidaridad, la paz y el respeto, y lo que ellos hacen lleva implícito un factor de riesgo.