Luis Díaz le salvó el debut a Junior
Con un gol de Luis Díaz, en el minuto 87 de juego, Junior se impuso angustiosamente al Bucaramanga, ayer en el estadio Metropolitano.
Junior logró ayer una angustiosa victoria al superar en la agonía al Atlético Bucaramanga (1-0), en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, en el debut en la Liga Águila I-2018. El tanto del triunfo rojiblanco fue obra de Luis Díaz (foto), tras pase del juvenil Kevin Aladesanmi. El técnico Alexis Mendoza utilizó ayer un equipo alterno, en el que se destacó la presencia del uruguayo Jonatan Álvez, que disputó su primer partido oficial con Junior. En la imagen, Díaz define con frialdad para darle la victoria al Tiburón.
En la agonía del juego, cuando la esperanza y el optimismo se esfumaban y el desespero y la impotencia se habían apoderado de la afición, los cambios trajeron el gol. Yony González, el juvenil Kevin Aladesanmi y Luis Díaz, los tres jugadores que ingresaron en el segundo tiempo, armaron y redondearon el veloz y mortal contragolpe que le significó al Junior una angustiosa victoria 1-0 sobre Bucaramanga, ayer en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, en la primera fecha de la Liga Águila I.
Corría el minuto 87. Había más decepción que emoción. González tomó la pelo- ta y se juntó por derecha con Aladesanmi, que levantó la cabeza y mandó un centro rasante y firme que la zaga amarilla no atinó a despejar. Luis Díaz, que venía por el lado izquierdo olfateando la jugada, entró raudo y remató de primera hasta el fondo de la red.
El final feliz maquilla el transcurrir tedioso del juego. Fueron 87 minutos los que pasaron antes de que los 12.855 hinchas que acompañaron a Junior en su debut liguero (3.769 pagando boleta, el resto como abonados), pudieran desahogar el grito triunfal.
El primer tiempo y casi todo el juego fue una tablita mágica, nada por aquí y nada por allá. Excesivamente pobre en emociones. Bucaramanga se dedicó a bloquear los caminos al Junior, que mostró una alineación completamente diferente a la que perdió 1-0 ante Olimpia en la Copa Libertadores, el jueves anterior en Asunción, Paraguay.
El visitante se abroqueló atrás con sus once hombres y presionó con vehemencia a cada jugador rojiblanco que conducía el balón. Ordenados y atentos se movieron los pupilos de Diego Cagna, el exvolante argentino de Boca que debutaba como DT del conjunto búcaro.
En medio de esa agresividad complicaron la salida de los Tiburones, especialmente por el costado izquierdo donde Germán Gutiérrez fue presa fácil de esa marca y metió en apuros a sus compañeros con unas tres entregas erráticas.
Los dirigidos por Alexis Mendoza carecían de cohesión, de fluidez en el toque, de inventiva en ataque. Todo era muy plano, demasiado calcado, totalmente previsible. Nadie rompía el molde ni sorprendía con una jugada distinta.
Jarlan Barrera estaba apagado y sin fusibles que lo pudieran ayudar a encender. Las ganas de Luis Sandoval y Matías Mier no eran suficientes para brindarle luces al ataque. En esa oscuridad aparecía huérfano Jonatan Álvez.
El delantero charrúa, que hacía su estreno oficial con la rojiblanca, fue protagonista de la única acción que se salió de la modorrosa y desesperante rutina con la que transcurría la etapa inicial. ‘El Loco’ le ganó a un defensor un gran pase entrelíneas de Jarlan y con un zapatazo de derecha hizo que el balón besara el travesaño.
Ese postazo y punto. No más. El cuadro leopardo no arriesgo mucho en la ofensiva. En conclusión, el primer período resultó una fábrica de bostezos.
En el segundo tiempo, el panorama fue prácticamente el mismo, aunque con un poco de más garbo en los jugadores de Junior. Jarlan se pellizcó y apareció con mayor asiduidad. No fue brillante, pero protagonizó un par de disparos que obligaron al arquero Luis Ojeda a exigirse al máximo.
El ingreso de González y Díaz también inyectó mayor energía. La falta de claridad en la elaboración de opciones se mantenía, pero por lo menos se veía más fuerza y empuje. Ya con el debutante Aladesanmi en la cancha, en los últimos minutos del cotejo, se presentó la acción de los tres sustitutos que salvó los tres puntos y le dio una conclusión agradable a un partido bastante discreto.