Juez envía a la cárcel a seis integrantes del clan Quiroz
La Fiscalía no demostró el concierto para delinquir.
CARTAGENA. Los seis miembros de la familia Quiroz que están involucrados en la construcción ilegal de 16 edificaciones en Cartagena fueron cobijados anoche con medida de aseguramiento intramural en la cárcel de la Ter- nera y San Diego, tras ser hallados responsables de la comisión de fraude procesal, urbanización ilegal, estafa en modalidad masa obtención de documento público falso y uso de documento público falso.
La medida cobija a Juan Quiroz Luna, Delis Quiroz Ruíz, Emis Quiroz Ruiz, Eusebio Rivera Quiroz, Dagoberto Quiroz Ruiz y el constructor Luis Alfredo Ramos.
El togado aclaró que el delito de concierto para delinquir no fue demostrado por parte de la Fiscalía y por tal motivo decidió no imputarlo en este caso. Pues aunque quedó claro que seguían una misma línea para construir sus edificaciones, no se logró comprobar que estuvieran conectados como organización criminal.
La fiscal de caso, Liliana Guardo, comenzó su intervención haciendo señalamientos que revelarían cómo los cuestionados constructores “orquestaron” la desacreditación de los estudios patológicos de la Universidad de Cartagena con el fin de evitar la evacuación de los edificios.
Fue así como se dieron a conocer audios como material probatorio en el que un sujeto, identificado solo como Alfredo, habla con Eusebio Quiroz de la necesidad de que todos los hombres de la familia se reúnan con el ingeniero Jorge Rocha, uno de los principales críticos de los estudios de la universidad, para que este refute los resultados.
“No vamos a colgar los guantes. No podemos. Vamos a reunirnos todos los hombres con ese Rocha (...) No me gusta que habla a través de la puerta”, dice la intercepción del 31 de enero pasado.
La reunión entre Rocha y los hombres de la familia Quiroz se daría al día siguiente. Otra de las revelaciones que llamó la atención por parte de la Fiscalía en la diligencia de solicitud de medida de aseguramiento fue el aparente distanciamiento entre los miembros de la familia Quiroz, tras la fuga de Wilfran Quiroz del domicilio en el que cumplía su medida privativa de la libertad por el caso del desplome del edificio Portales de Blas de Lezo II.