Porter, el asesor de la Casa Blanca que golpea a las mujeres
La foto de una de sus exesposas con un ojo morado lo ‘tumbó’. Ejercía de secretario de personal y era cercano a Trump.
WASHINGTON. La Casa Blanca admitió que podría haber sido más vehemente frente a las muchas acusaciones de violencia doméstica contra un alto funcionario, en medio de una avalancha de cuestionamientos éticos en el seno del gobierno de Donald Trump.
El asistente cercano de Trump, Rob Porter, renunció a su puesto de secretario de personal, a pesar de negar acusaciones de haber abusado de sus dos exesposas, una de las cuales divulgó una foto suya con un ojo morado por el que lo responsabiliza.
Entonces se supo que Porter no había pasado los filtros de seguridad requeridos para su puesto debido a esas acusaciones, pero a pesar de ello trabajó día tras día al lado del presidente, manejando material altamente clasificado. “Muchos de nosotros podríamos haberlo hecho mejor”, reconoció el subsecretario de prensa Raj Shah a los periodistas cuando se le preguntó sobre la situación, en una rara declaración de contrición de la Casa Blanca.
Interrogado sobre por qué Porter fue forzado a dimitir recién después de que las acusaciones se hicieron públicas, Shah se negó a dar detalles sobre cuándo y cómo el jefe de gabinete, John Kelly, se enteró de los reclamos de las ex esposas.
“Tuvo completo conocimiento de estas acusaciones (miércoles)”, dijo Shah. “No voy a entrar en detalles sobre quién puede haber sabido qué información”, agregó.
Shah también se negó a precisar sobre si la asesora de comunicaciones de Trump, Hope Hicks, que según trascendidos estaba saliendo con Porter, estuvo involucrada en la respuesta que la Casa Blanca dio al escándalo.
Hasta horas antes de que el graduado de Harvard dejara su puesto, la Casa Blanca lo elogiaba por ser un integrante recto e íntegro del equipo.
“Rob Porter ha sido eficaz en su papel como secretario de personal. El presidente y el jefe de personal tienen plena confianza en sus habilidades y su desempeño”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders.