Una propuesta de matrimonio sellada con Carnaval
No era la primera vez en la que Jorge Domínguez Vargas y Gisell Cabrera Castillo desfilaban en la Vía 40. Ya habían tenido la oportunidad de demostrar su pasión y entrega al Carnaval de Barranquilla en tres años anteriores, cuando pertenecían a varias cumbiambas. Sin embargo, este año decidieron unirse al Garabato de la Unilibre para batallar entre ‘la vida y la muerte’. Ante los ojos de cientos de asistentes que disfrutaban de la danza, lo que aparentemente empezó como una coreografía ensayada culminó con una propuesta matrimonial inesperada que cautivó a propios y visitantes. “Todo ocurrió durante el enfrentamiento con la muerte. Todos estaban pendientes de los pasos, cuando, sorprendentemente, Jorge empieza a pelear con esta figura hasta derrotarla. De repente, se arrodilla y me pide matrimonio. Detrás había una pancarta que decía “¡Cásate conmigo!”. Quedé inmóvil, acepté y todos los asistentes empezaron a aplaudir”, contó Gisell.
Lo que Gisell no sabía es que Jorge ya había preparado la propuesta con meses de antelación.
“De todas las fechas especiales, la preferida de ella siempre ha sido el Carnaval. Elegí la Vía 40 porque es un espacio muy propio de la ciudad y le pedí permiso al rey Momo 2018, Ricardo Sierra, quien además es el director de la danza, y él me apoyó (…) Al planear esta pedida de mano durante la danza del Garabato lo que quise fue demostrarle y expresarle a mi novia que yo daría hasta la muerte por ella”, afirmó Jorge. Luego de aceptar el compromiso matrimonial, la pareja continuó su recorrido, mientras escenificaban el triunfo de la alegría, el color y la vida ante la oscuridad de la muerte. Pero esta vez con una propuesta matrimonial sellada no solo con amor, sino también con Carnaval.