Obispo de Sincelejo pide a los feligreses “no elegir ladrones”
Monseñor Clavijo dijo “si no, elijan al menos malo”.
SINCELEJO. El más fuerte llamado de monseñor José Clavijo Méndez a los sucreños con ocasión de las próximas elecciones para el Congreso y la presidencial, se produjo ayer en la eucaristía de las 8:00 de la mañana en la Catedral San Francisco de Asís de esta capital.
El obispo de Sincelejo les pidió en su homilía a los fieles “abrir bien los ojos para no elegir ladrones que no les importa el país, que nos les importa la comunidad humana”.
“Y aunque sea difícil buscar quién, al menos podamos después de reflexión y oración, el día de las elecciones, si no hay uno bueno, elegir al menos malo. Pero no podemos seguir con los criterios de elegir por compadrazgo, por sentimientos, ni mucho menos, Dios nos libre, vendiendo nuestra consciencia”, sostuvo.
El prelado indicó que la misma sociedad se hace a veces cómplice de las situaciones que luego critica y que en muchas ocasiones tendría Dios que decir, “como anda por ahí un meme circulando, «no fui yo quien puse ese señor donde lo pusieron. Fueron ustedes, ustedes lo pusieron ahí, ¡aguántenselo!»”.
“Por eso las elecciones tienen que hacerse con mucho sentido de responsabilidad y con una profunda reflexión por parte de quienes vamos a poner el voto en las urnas. Hay que abandonar costumbres ancestrales y empezar a usar la cabeza más que el corazón, pensando en el futuro del país y el futuro de nuestra sociedad”, propuso el obispo.
El pastor recalcó que, como Iglesia, ningún sacerdote y menos él como obispo puede decir públicamente “hay que votar por este o por aquel”, sino que es una decisión que queda en la conciencia de cada cual, pensando no en el interés propio, sino en el de la comunidad humana.
LA SALUD COMO NEGOCIO. Monseñor también rechazó de manera enfática el viacrucis de los enfermos en busca de atención médica, situación que, según él, se debe a que el Estado, los empresarios de la salud y los que negocian con ella les importa cinco el sufrimiento de los demás.
“Mendigando a unos que se volvieron negociantes de la salud, que se aprovechan de su cuarto de hora para robarse los recursos de la salud. Eso, como la sangre de Abel, clama al cielo y pide a Dios justicia. No hay derecho a que en un país con tantos recursos los enfermos sean tratados de la forma en que son tratados”, reprochó.
La autoridad eclesiástica le encargó a los integrantes de la Pastoral de la Salud de la Diócesis de Sincelejo, renovada ayer durante la Jornada Mundial del Enfermo, emprender la “difícil” tarea de tocar el corazón de los empresarios de la salud, para humanizar la salud y no tengan los enfermos que vivir un calvario.
Si Jesús se hiciera presente, al igual que ocurrió en aquel momento (con el leproso de Marcos 1), estaría lleno de ira porque un país trate de esa manera a sus enfermos, consideró.