El Heraldo (Colombia)

Temer entrega a los militares la seguridad de Río de Janeiro

La inédita medida tiene efecto inmediato. El incremento de los crímenes en Carnaval fue el detonante.

-

RíO DE JANEIRO. El presidente Michel Temer ordenó el viernes que las fuerzas armadas dirijan la lucha contra el crimen organizado en el violento estado de Río de Janeiro, para evitar que esa “metástasis” se siga propagando por todo Brasil.

La intervenci­ón federal en el área de seguridad de Río es una medida inédita desde la restauraci­ón de la democracia en 1985 pero que, según Temer, se justifica por el descontrol imperante en el segundo estado más rico de la ma- yor economía latinoamer­icana.

“El crimen organizado casi tomó el control” de Río y se ha convertido en “una metástasis que se propaga por el país y amenaza la tranquilid­ad de nuestro pueblo”, advirtió el mandatario tras firmar en Brasilia el decreto.

La medida, que regirá hasta fines de diciembre, cuando concluya su presidenci­a, supone que las fuerzas armadas asuman el control total de las operacione­s de seguridad y comanden a los distintos cuerpos policiales y el sistema carcelario.

Tiene efecto inmediato, aunque en un plazo de diez días el Congreso deberá ratificarl­a.

El intervento­r al mando de todas las tropas será el general Walter Souza Bravieron ga Neto, actual comandante de la región militar del Este, que se había ilustrado como coordinado­r de operacione­s durante los Juegos Olímpicos de 2016.

La grave situación de violencia en Brasil se vio agravada en Río por la virtual bancarrota del estado, que paga con meses de atraso los salarios de sus funcionari­os, policías incluidos.

Solo en 2017 hubo más de 18 homicidios intenciona­les por día en ese estado, según el oficial Instituto de Seguridad Pública (ISP).

Los tiroteos entre traficante­s y agentes se vollamenta­mos constantes en las empobrecid­as favelas cariocas, con muertos por balas perdidas aumentando cotidianam­ente. “No podemos aceptar pasivament­e la muerte de inocentes. Es intolerabl­e estar enterrando padres y madres de familia, trabajador­es, policías, jóvenes y niños y viendo barrios enteros sitiados, escuelas bajo la mira de fusiles y avenidas transforma­das en trincheras”, proclamó Temer.

CARNAVAL VIOLENTO. El desencaden­ante de la intervenci­ón de Río fueron los desbordes del reciente carnaval, durante el cual se multiplica­ron los asaltos a mano armada y las agresiones.

El propio gobernador de Río, Luiz Fernando Pezao, admitió que las cosas se le habían ido de las manos. “No estábamos preparados”, declaró.

El gobierno federal envió en julio pasado 8.500 militares al estado de Río para apoyar a las fuerzas policiales, sin resultados visibles hasta ahora para contener la guerra entre bandas, el robo de camiones de carga o los “arrastrone­s” cometidos por decenas de jóvenes contra grupos de personas en las playas o en cualquier punto de la ciudad.

Las fuerzas armadas fueron llamadas desde el fin del régimen militar (196485) a asumir el control de la seguridad en diferentes situacione­s específica­s, como grandes acontecimi­entos internacio­nales o deportivos, pero nunca por un periodo tan prolongado.

 ?? AFP ?? Un soldado del Ejército brasileño vigila la carretera ‘Linha Amarela’ ( línea amarilla) en Río de Janeiro.
AFP Un soldado del Ejército brasileño vigila la carretera ‘Linha Amarela’ ( línea amarilla) en Río de Janeiro.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia