El comercio que se mueve alrededor de la Semana Santa
Una ‘clínica de santos’ y la venta de imágenes religiosas, inciensos, ramos y oracionales, se imponen en el centro de Barranquilla para esta época del año Los productos oscilan entre los $2.000 y los $700.000.
En el inicio de la Semana Santa, el serrucho, la lija y el taladro suenan más que de costumbre al fondo de una vieja casona ubicada en la carrera 53 con 46, del Barrio Abajo, entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. Desde la entrada, si un curioso se asoma, observaría a un grupo de imágenes religiosas de yeso, resina y madera.
Es la ‘clínica de los santos’ en mal estado, que son reparados por Luis Eduardo Vásquez y su equipo conformado por dos o tres trabajadores más, quienes laboran en un amplio patio adquirido bajo la condición de arriendo.
Allí se ocupa ahora de diseñar el vientre de una ‘Virgen embarazada’, con un tamaño de 143 centímetros, que tiene una plataforma en la que se le instalará un cáliz, según la solicitud que recibió del cliente, dueño de la estructura y proveniente de Valledupar.
Esta va tomando forma a medida que el escultor, oriundo de Medellín, mide cuidadosamente con lápiz y regla el punto donde instalará el eje que permitirá que el supuesto vientre abra y cierre para conservar el recipiente que llevará consigo.
De acuerdo con el escultor, en esta Semana Mayor es cuando se produce más demanda de pedidos no solo desde Barranquilla y Valledupar, sino también desde Magdalena. Todos son clientes de las iglesias en la región Caribe.
“Hay épocas en que cae más trabajo, como la de Semana Santa, la fiesta de la Virgen del Carmen, en diciembre también. Este año estuvo flojo y me vinieron a traer trabajo con 15 días antes de esta semana, por lo que lo ponen a uno a correr, donde a mí me traen el trabajo con dos y tres meses de anticipación, normalmente”, manifiesta Vásquez, de 59 años y con 40 invertidos en estas actividades de creación y restauración de esculturas, cualidades que aprendió de su papá.
A la par de él, trabajan su hermano, Orlando Vásquez, y su pareja, Luz Marina Quintero, en las deco- raciones y pinturas de dos cristos de menor tamaño, respectivamente.
Por este arte, cobra entre $600.000 o $700.000, precio que varía según el tamaño de la estructura en la que va a trabajar. “Aunque también depende de la metodología, si no es por molde, sino a partir de una foto como guía, cobro más”, dijo el antioqueño, quien se negó a revelar el costo de esta última mientras dirigía su mirada hacia la mesa cubierta de brochas, cuchillos, tijera para cortar láminas, colbón, acronal, lijas y yeso en polvo.
Mientras que, por la reparación, cobra de $300.000 a $500.000. Lo importante es que, según el artista, siempre hay trabajo en cualquier día del año, independientemente de la temporada.
“El cliente queda satisfecho y lo recomienda a uno”, concluyó.
EL CENTRO, ENTRE INCIENSOS Y ROSARIOS. “¡Sahumerios, patrona. Lleve el sahumerio!”, gritaba un vendedor de estas aromáticas a dos días del inicio de la Semana Santa, en la esquina de la carrera 42 con calle 33, a un costado de la Iglesia San Nicolás.
Y a medida que avanzaba en su trayectoria, buscando la renovada plaza cubierta por pájaros y transeúntes que querían capturar su mejor perfil con el templo de fondo, dejaba una estela de un humo tradicional a estas alturas del año.
La fragancia en el ambiente se confundió con las ramas de olivo y eucalipto que tiene Yudis Castellano colgadas sobre una cuerda desplegada en lo ancho de la caseta, donde también vende esencias y revistas con rezos “para atraer la suerte”.
Desde $2.000 hasta $5.000 vende el sahumerio, mientras que el gajo de eucalipto tiene un precio de $2.000.
“Para esta época lo que más se vende es el incienso y la mirra. Aunque las ventas no es que estén muy buenas, han bajado bastante, porque ahora hay más vendedores que compradores. Esto está complicado, sobre todo por las obras de construcción en el centro, de las que huye la gente”, aseguró la mujer de 55 años.
Un par de locales más abajo, Manuel Villabón colabora en un puesto de venta de santos de todos los tamaños con fibra de vidrio, estampitas con Santa Marta, Virgen del Carmen, Guadalupe, rosarios, escapularios y maderas talladas con mensajes bíblicos, productos que van desde los $4.000.
“Normalmente, los que más compran estos artículos son los adultos mayores, quienes se ven interesados por las estampitas que contienen la imagen del Señor de los Milagros”, explicó Villabón.
ASí COMPRAN LOS FELIGRESES EN SEMANA SANTA. Las velas, los ramos de olivo y el incienso son los artículos en los que más se fijan los ciudadanos que acostumbran a participar de los eventos religiosos de la Semana Santa, según indicaron cuatro ciudadanos interrogados.
Sin embargo, prefieren hacer sus compras a última hora, teniendo en cuenta que este tipo de productos se consiguen en los alrededores de las capillas.
“Para ir a las procesiones, compro los ramos en las afueras de la iglesia. También llevo velas. Lo único que no utilizo son los rosarios”, señaló Adriana Julio.
Y después de analizar los precios, Jairo Herrera, quien se considera católico, aseguró que estos detalles son “baratos” y aportan en la asistencia masiva de la ciudadanía. Hecho que llena de fe a los feligreses y llena de ingresos a los comerciantes.
JULIO HERRERA Habitante de Barranquilla. “Creo que los artículos son baratos”. JUDITH TORRENTE Habitante de Barranquilla. “Para esta época, yo compro veladoras”. HENRY MUñOZ Habitante de Barranquilla. “El precio del incienso depende del lugar”.
YUDIS CASTELLANO
Vendedora.
“Lo que más se vende es el incienso y la mirra”.