Cuando los políticos se hacen…
El periodista Tadeo Martínez hizo un comentario en Facebook. A raíz de la detención del entonces alcalde de Cartagena Manuel Vicente Duque, Martínez aseguró que no podía ser condenado él solo. Detrás del burgomaestre y su hermanastro José Julián Vásquez estaban los García.
Los García son una familia política con un pasado de corrupción descubierto y avalado por las autoridades.
Juan José, el mayor, fue inhabilitado de por vida para el ejercicio público, y su esposa, Piedad Zuccardi de García, está siendo investigada por vínculos con paramilitares. Para no hablar, claro está, de Álvaro García Romero, ‘el Gordo’, que corrió con la misma suerte de Juan José por vínculos non sanctos con los grupos violentos de derecha que se tomaron el departamento de Sucre.
Tadeo Martínez se refirió a hechos probados que figuraban en los expedientes que llevaron a la cárcel a Duque y a su hermano. El uno ya habría dicho a Juan José, en una conversación telefónica: “Aquí tiene a su alcalde”. Y Julián simplemente declaró que su jefe era el exsenador.
A Juan José no le gustó el comentario y presentó contra Tadeo una acción de tutela.
Su alegato era en apariencia convincente: si él ya había pagado su condena, tenía derecho a que no lo molestaran más con su pasado. Es lo que en el argot se conoce como ‘derecho al olvido’. Dicho de otra forma, que los periodistas, y por ahí derecho los colombianos, dejaran de recordar las manipulaciones que hizo para tejer su poder político y económico.
Contra Juan José pesa una condena, de tres años y seis por el delito de peculado por apropiación. Siendo un honorable hombre de la patria –y le ruego me disculpe por mencionarlo otra vez– se apropió de 118 millones de pesos de auxilios parlamentarios, canalizados a través de la Fundación para el Mejoramiento de la Educación, la Salud, y Obras Públicas entre los años 1989 y 1991.
Notificado de la acción, el periodista argumentó qué tal opción jurídica –la del olvido– solo sería factible en el evento de que el solicitante se hubiese mantenido al margen de la política y su ejercicio público.
Pero no. Citando hechos del mismo modo comprobables, Tadeo demostró que, en la sombra, Juan José siguió manejando los hilos de la política.
No más la semana pasada, aunque tal evidencia estuvo al margen del proceso, la campaña del hoy candidato a la Alcaldía de Cartagena Antonio Quinto Guerra anunció con bombos y platillos la adhesión del señor García y su familia.
En tales circunstancias, el Juzgado Tercero Penal Municipal de Cartagena con funciones de control de garantías decidió “no tutelar los derechos” invocados por García. Se impuso así la libertad de expresión contra el reclamo individual de un condenado. Ese, el de la libertad de expresión, es en muchos casos el único recurso que nos cabe a los ciudadanos cuando los políticos se hacen los… Tú sabes.