El Heraldo (Colombia)

Religión ‘politik’

- Por Tatiana Dangond @tatidangon­d

La reciente jornada de elecciones de Costa Rica marca un paradigma para las democracia­s contemporá­neas, demostrand­o que pueden coexistir sociedades con ideas conservado­ras e institucio­nes sólidas que garanticen las libertades fundamenta­les. Diferentes religiones han intentado durante las últimas décadas incidir directamen­te en la esfera política, buscando la imposición de sus doctrinas religiosas, en muchos escenarios, por encima de las libertades individual­es y del carácter laico de los Estados. En los temas más recurrente­s de la agenda se pone de presente la radical oposición frente a logros alcanzados por la comunidad LGBTI, como lo es el matrimonio entre parejas del mismo sexo, así como las reivindica­ciones de los derechos sexuales de la mujer.

Las elecciones en Costa Rica se presentaro­n en el marco de un contexto social que tuvo como eje la discusión sobre Derechos Humanos declarados por la Corte Interameri­cana –cuya sede es en San José– en relación con las parejas del mismo sexo. El candidato que ganó en primera vuelta, Fabricio Alvarado, cantante de música cristiana, planteó en su agenda de gobierno prohibir el matrimonio de parejas homosexual­es, desconocer la jurisprude­ncia de la Corte Interameri­cana sobre la materia e incluso retirar el apoyo de Costa Rica para que este tribunal tuviera sede en su capital.

El efecto de Fabricio Alvarado, el cual trató de ser replicado en Colombia por Alejandro Ordóñez, y que ha permeado otros países latinoamer­icanos, tiene como estrategia desplazar los temas que deberían ocupar las discusione­s políticas de país, para darle prioridad a debates fundamenta­listas que con los avances de las discusione­s sobre el Estado social y democrátic­o de derecho no tendrían cabida.

Los temas que enfrenta Costa Rica, como el creciente déficit fiscal, la insegurida­d –en parte atribuida al narcotráfi­co– y la desigualda­d social son temas prioritari­os para este país que pasaron a segundo plano ante las estrategia­s de ciertos grupos político-religiosos que intentan ganar poder progresiva­mente, incidiendo sobre todos los aspectos de la sociedad y conservand­o su visión tradiciona­l sobre su principal elemento de control: la familia. Ahora, el resultado de las elecciones en las que resultó electo el oficialist­a Carlos Alvarado da cuenta de que este país centroamer­icano le sigue apostando a la democracia, hecho que los ha llevado a niveles de institucio­nalidad superiores frente a varias democracia­s de occidente.

Siempre que la religión tenga un fuerte componente de incidencia en el poder y los seguidores de estas iglesias quieran imponer sus creencias y visión del mundo sobre las constituci­ones y los tratados internacio­nales, se seguirán presentand­o estos comportami­entos lesivos para la democracia. Será menester de la sociedad reivindica­r por diferentes medios las garantías y libertades sobre las que se cimienta la sociedad posmoderna.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia