Otra vez las quemas
Los barranquilleros no aguantan más un problema que atenta directamente contra su salud al afectar la calidad del aire. Los niveles de concentración de carbón negro aumentan hasta veinte veces con cada incendio.
Alos barranquilleros se les “agotó la paciencia” con las quemas en el Parque Isla Salamanca. La expresión es del alcalde distrital, Alejandro Char, y recoge el sentir de la ciudadanía ante un problema que, lejos de estar superado, cada vez causa más estragos en el medio ambiente y en la salud de los habitantes de la capital del Atlántico.
La gota que rebosó la copa fue la densa humareda que desde la madrugada de ayer cubrió gran parte de la ciudad, y que solo vino a disiparse entrada la tarde. En vista de la situación, hoy se llevará a cabo un consejo de seguridad en el corregimiento de Palermo (Sitionuevo, Magdalena) con la participación de autoridades de ambos departamentos y funcionarios del Ministerio del Medio Ambiente. El problema ha sido objeto de decenas de debates y análisis a lo largo de los últimos años, pero ninguna de las medidas adoptadas ha entregado resultados. Es de esperar que cada una de las partes involucradas cumpla con los compromisos derivados de la reunión para solucionar por fin esta emergencia ambiental. Aunque el Parque está situado en el Magdalena, las columnas de humo que se desprenden de cada nueva quema provocan una ‘lluvia de cenizas’ sobre una extensa zona del norte y centro de Barranquilla, que incluye barrios como Villa Country, El Prado, Alto Prado, Riomar, Paraíso, Las Flores, Siape, San Salvador, Barlovento, Bellavista, Villa Carolina, El Limoncito, Los Nogales, Tabor y los alrededores del centro comercial Buenavista.
Según Patricia Saldaña, directora del Vía Parque Isla de Salamanca, en 2018 se habían presentado, hasta ayer, dos incendios, los cuales afectaron 17,5 hectáreas de las 56.200 que tiene este ecosistema. En 2017 fueron siete las quemas, en las que resultaron comprometidas 61,84 hectáreas, mientras que en 2016 fueron nueve eventos de esta naturaleza, que arrasaron 48 hectáreas.
El 4 de marzo pasado, EL HERALDO publicó un informe sobre los niveles de contaminación en la ciudad, que daba cuenta de un monitoreo realizado el 19 de febrero por el Departamento Civil y Ambiental de la Corporación Universidad de la Costa (CUC), durante una de las quemas en la Isla, el cual detectó que los niveles de concentración de carbón negro se acrecentaron veinte veces más con el incendio. De acuerdo con expertos, la exposición prolongada al humo que generan las quemas puede acarrear problemas respiratorios e incluso provocar la muerte. Así que no se trata de un tema menor ni relacionado solo con la protección de un parque natural. Es la salud de los barranquilleros lo que está en juego.
Es de esperar que cada una de las partes involucradas en la solución del problema cumpla con los compromisos que deriven de la reunión de hoy.