Lula se entrega en medio de tensión en Brasil
El exmandatario de Brasil debe pagar una condena de 12 años por corrupción ➲ Detención generó diversas reacciones en el país.
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva llegó anoche a la central de la Policía Federal (PF) de Curitiba, donde empezará a cumplir su condena de 12 años de cárcel por corrupción. El exmandatario de izquierda (2003-2010) llegó a bordo de un helicóptero, que se posó a las nueve sobre la azotea del edificio, en medio de una tensión en el país. Lula estuvo atrincherado durante dos días en la sede del Sindicato de Metalúrgicos en Sao Paulo, la cual abandonó apurado ante la presencia de numerosos simpatizantes.
CURITIBA. El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva llegó anoche a la sede de la Policía federal (PF) de Curitiba (sur), donde empezará a cumplir su condena de 12 años de cárcel por corrupción, mostraron imágenes de televisión.
El exmandatario de izquierda (2003-2010) llegó a bordo de un helicóptero, a la sede del edificio. Había sido detenido por la tarde en las afueras de Sao Paulo, desde donde fue trasladado a Curitiba en avioneta.
Varias centenas de adversarios de Lula se congregaron desde una horas antes frente al edificio, lanzando fuegos artificiales, haciendo sonar cornetas y silbatos y golpeando cacerolas. Desplegaron una bandera de Brasil gigante, al grito de “¡¡Viva la República de Curitiba, viva Sergio Moro!!”, refiriéndose al juez que ordenó su encarcelamiento.
“La República de Curitiba aguarda la llegada del mayor corrupto del país”, gritaba una mujer sobre un camión de sonido.
Curitiba es la denominada “capital de Lava Jato”, la investigación que sacó a la luz una descomunal red de corrupción encaramada en el aparato estatal.
“Quiero que Lula venga, que lo detengan. (...). Gracias a esta detención existe ahora una pizca de esperanza en Brasil, de justicia”, dijo Felipe Ploencio, un guardián de seguridad, de 26 años.
“Es difícil no comprar esa causa, porque es una causa justa, de resolución de problemas para el país, de eliminación de la corrupción”, afirmó por su lado Joao Bosco, un vecino del lugar.
Del otro lado de un vallado tendido por la policía para la ocasión, había igualmente unos cientos de lulistas.
Lula “fue el mejor presidente de Brasil, hizo una revolución social, su prisión es injusta e ilegal”, afirmó Eunice Campos, una psicopedagoga de 60 años.
LA CELDA. Lula fue ubicado en una celda especial de la PF, de unos 15 metros cuadrados, con baño privado.
Tendrá derecho a una visita semanal de familiares cercanos y durante dos horas al día podrá tomar “baños de sol”, es decir, tener recreos al aire libre.
Mientras tanto, decenas de militantes bloquearon la salida del vehículo en el que el expresidente pretendía salir de una sede sindical en las afueras de Sao Paulo, tras anunciar que se entregaría a la policía.
Según constató la AFP, tras varios minutos de bloqueo, Lula salió del vehículo de sus abogados, rodeado por enfervorizados manifestantes que gritaban “¡No te entregues! ¡No te entregues!”, para volver al Sindicato de Metalúrgicos en Sao Bernardo do Campo, donde se halla atrincherado desde el jueves.
Lula y sus acompañantes habían llegado al estacionamiento por una puerta trasera y pretendían abandonar el lugar discretamente por una puerta lateral, pero rápidamente los militantes rodearon el carro.
Actualmente, todo el estacionamiento está cercado por los militantes, muchos de los cuales visten camisetas rojas del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda).