La interminable y costosa crisis del canal de acceso
Portuarios de Barranquilla insisten en que se debe cambiar el modelo que usa el Estado para contratar Cormagdalena dice que el Río es impredecible.
El pedido a gritos hecho por los portuarios para que la ciudad cuente con una draga permanente tiene todos sus motivos. Los reiterados cambios del río Magdalena ocasionaron el arrastre de miles de centímetros cúbicos de sedimento que obligaron en 2017 a que al menos 350 mil toneladas de carga se desviaran hacia otros puertos.
El Gobierno Nacional, encargado de garantizar la navegación a lo largo del Río, se ha visto en la obligación de invertir, en los últimos ocho años, aproximadamente $90 mil millones en contratos para que el canal de acceso al Puerto de Barranquilla y su zona de aproximación marítima sean dragados, con el fin de que las embarcaciones puedan ingresar a las diferentes terminales portuarias de la ciudad.
No obstante, a pesar de que los más de 18 contratos que han adjudicado Invías y Cormagdalena, han logrado solventar las emergencias a corto plazo, el gremio portuario ha reiterado en múltiples ocasiones que las soluciones deben ser definitivas.
Son los mismos portuarios los que han insistido en lo fundamental que es para la ciudad el hecho de que se cuente con una draga permanente, que se encargue de realizar dragados constantes a lo largo de los 22 kilómetros el canal y del sector de Bocas de Ceniza.
De acuerdo con René Puche, presidente de la Sociedad Portuaria Regional de Barranquilla, una draga nueva con las condiciones adecuadas para trabajar en la ciudad se encontraría en el mercado en aproximadamente 15 o 16 millones de dólares. Es decir, entre 41 mil y 44 mil millones de pesos, según de la tasa del dólar vigente.
Esto quiere decir que el dinero invertido por el Gobierno Nacional solamente en dragados alcanzaría para comprar al menos dos equipos con las especificaciones que se requiere para limpiar constantemente sectores más críticos del canal navegable.
CAMBIO DE MODELO . El director ejecutivo de Asoportuaria, Alfredo Carbonell, insistió en que debe haber un cambio en el modelo de dragado, que incluya que la ciudad cuente con una máquina propia, que evitaría los costos de traslado cada vez que el canal necesite ser limpiado.
El dirigente portuario sostuvo que con una draga permanente en la ciudad, también se podrían hacer trabajos preventivos en los momentos del año “más adecuados”, para evitar la crisis. “Podríamos reutilizar de alguna manera el material dragado, e inclusive aprovechar el equipo para dragar en las zonas concesionadas y privadas de los distintos terminales”, detalló Carbonell.
Por otro lado, señaló que es importante que se lleven a cabo las obras rígidas que necesita el Magdalena, para disminuir las campañas de dragado en el canal navegable. “Ha sido más reactiva el accionar del Gobierno, porque salir a contratar el dragado es lo más fácil, pero estamos en un punto de inflexión y la idea es que el modelo cambie y podamos solucionar de fondo el problema del canal de acceso”, indicó.
Entretanto, Puche aseguró que también se podrían hacer acuerdos con dragadores para que pongan una embarcación permanente en la ciudad, al cual se le pague un monto “razonable” cada año.
RÍO CAMBIANTE. El director ejecutivo de Cormagdalena, Alfredo Varela, explicó que el río Magdalena no tiene un comportamiento constante frente a los caudales y a las velocidades del agua, lo que ocasiona que no se pueda predecir la época exacta en la que se va a presentar la sedimentación.
“Es muy difícil predecir cuáles son las épocas del año en las que el Río va a necesitar dragarse, y eso lo demuestra la cantidad de recursos que se han invertido en limpiarlo. Hay unos años en los que se han invertido $20 mil millones, pero otros en los que no se ha invertido nada”, sostuvo el directivo.
Varela manifestó que por ese comportamiento del cuerpo de agua el Gobierno no ha visto la necesidad de adquirir una draga propia. “Los picos donde más se ha necesitado invertir recursos para dragar el canal se ha dado en los últimos años. Se ha invertido mucha plata y esto nos pone a pensar en esa necesidad de tener que comprarla”, indicó Varela.
De igual forma, enfatizó que el caducado contrato de Navelena iba a garantizar que se contara permanentemente con una draga. “Se hace necesario hacer obras de ingeniería hidráulica para normalizar el cauce del Río que nos permitan tener un canal que sea todos los días navegable”, señaló Varela.
Por su parte, Carlos Rosado, director ejecutivo de la Cámara Colombiana de Infraestructura, seccional Norte, sostuvo que la cifra que ha invertido el Gobierno para dragar, mientras se estructura el nuevo contrato de APP, ha sido “muy importante”. “Segulos ramente se hubiera podido tomar otra decisión, pero no había alternativas en ese momento. El Gobierno lo que hizo fue, ante la no ejecución de la APP por las razones de corrupción, atender y destinar los recursos necesarios para atender y tener habilitado el canal de acceso”, indicó.
ALFREDO VARELA Director ejecutivo de Cormagdalena “Es difícil predecir en qué época del año hay que dragar”.
ALFREDO CARBONELL Director ejecutivo de Asoportuaria “Salir a contratar un dragado es lo más fácil”.
CARLOS ROSADO Director ejecutivo CCI Norte “El Gobierno destinó recursos que eran necesarios”.