En Argentina prohíben que los curas tengan contacto con niños
El protocolo no tiene antecedentes en ese país.
BUENOS AIRES. En Paraná, provincia argentina de Entre Ríos, los curas que hacen parte del arzobispado están obligados a cumplir con todo un protocolo de buena conducta, una medida ante el disparo de casos graves de pedofilia en esta ciudad capital.
Para prevenir los abusos sexuales a los menores de edad, las autoridades eclesiásticas les exigen a los curas que atiendan las confesiones con la puerta de la sacristía abierta, que no tengan contacto físico con los niños y que no compartan lugares con ellos. El listado restricciones no tiene antecedentes en la Iglesia argentina.
De acuerdo con el protocolo, los religiosos deben abstenerse de “realizar cualquier insinuación, comentario o chiste sexual delante de menores o adultos vulnerables; poseer o exhibir cualquier material sexual o pornográfico; involucrarse en conductas sexuales secretas o manifiestas, y dar o recibir regalos personales o desproporcionados”, entre otras prohibiciones.
La normativa fue aprobada como respuesta a una serie de denuncias en contra de la Iglesia por diversos escándalos sexuales en los últimos años. El caso más emblemático es el del cura Justo José Ilarraz, acusado de haber abusado de varios seminaristas en los inicios de los 90. IA