La gran encuesta
No, amable lector, no vaya a pensar que con esta nota nos vamos a referir a las diferentes encuestas que se realizan en el país, para medir las posibilidades que tienen los candidatos aspirantes a la Presidencia de la República, a la que nos vamos a referir es a la Encuesta Nacional de Lectura realizada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), revelada hace unos días por el presidente Juan Manuel Santos, cuyos resultados deben llenarnos de alegría y satisfacción a los colombianos.
Según esos indicadores, que por primera vez midió a las poblaciones rurales más lejanas, los colombianos de 5 años o más consumen hoy 2,9% libros por año, frente a los 2 libros del 2016 y los 1,9% del 2014.
Al analizar el hábito de lecturabilidad como tal, el 33% de los colombianos de 5 o más años expresaron su identificación con el placer por la lectura, que lo hace el 82% por el formato impreso, y 70,4%, por el soporte digital.
De acuerdo a los anteriores guarismos se puede afirmar que el país ha entrado por el camino de la lecturabilidad, que ojalá sea sostenible, superando, quién lo imaginaría, a países como Argentina, Chile y México.
Sin embargo, como toda felicidad no es completa, Barranquilla no salió bien librada en esta encuesta, porque nuestra ciudad tiene un promedio de lecturabilidad inferior al promedio nacional. De las 33 ciudades del territorio nacional, cuyo promedio es del 5.8%, la Arenosa ocupa la posición No. 23 con el 4.3% de libros leídos, mientras que Medellín y Bogotá ocupan los 2 primeros lugares con 6,8 y 6,6%, respectivamente.
De todas maneras debemos considerar plausible el aumento de estas cifras de lecturabilidad, lo que contribuye no solo a un mayor desarrollo material, sino educativo, intelectivo y cultural del país.
Valmiro de la Hoz Cantillo