‘Yo soy Simón’
El filme es una inteligente comedia romántica.
Es imposible que en el ámbito latinoamericano la película Yo soy Simón no nos haga evocar el personaje de la famosa canción de Willie Colón, El gran varón, quien también se llamaba Simón, y fue “motivo de orgullo de Don Andrés, por ser varón”. Pero la época era otra, “era el verano del 56 y ni la mano dura en su educación ni la obligación de estudiar la misma vaina que su papá” lograron los sueños que se tejían a su alrededor. “Palo que nace doblado, jamás nadie lo endereza”, decía el coro, y como solía suceder en estos casos, la única salida era el exilio o la muerte. Afortunadamente los tiempos han cambiado y el Simón de esta película, interpretado por Nick Robinson, no se considera un palo doblado que hay que enderezar. Es un muchacho de 17 años como cualquier otro, que se encuentra en el último año de bachillerato, hace parte de una familia amorosa y tiene un grupo de amigos que lo aprecia, especialmente Leah (Katherine Langford), su amiga de infancia quien evidentemente busca un acercamiento romántico.
Es natural que la época de colegio esté llena de confusiones, angustias, inseguridades y desafíos, y pronto descubrimos que para Simón existen evidentes conflictos de identidad sexual, que no le han permitido decirle a su familia que es gay. Mientras espera el momento adecuado, encuentra refugio en un compañero del colegio que decide expresar su situación de manera anónima, y con el cual inicia una correspondencia en línea que desafortunadamente llega a manos de otros, y es aquí donde se inicia el conflicto.
Basada en la novela Simon vs. the Homo Sapiens Agenda” de Becky Albertalli y escrita por Isaac Aptaker y Elizabeth Berger (This is us), la historia se desarrolla con un tono divertido que hace que el público se identifique y se solidarice con el personaje.
El director, Greg Berlanti (Dawson’s Creek, Brothers & Sisters), logra una expresión tan sincera de parte de los actores, que nos hacen calzar el zapato ajeno, y sentir el conflicto que este joven experimenta por el solo hecho de querer encontrar un amor, legítimo derecho que a tantos como él le es negado.
Aunque la cinta inicialmente parece la típica comedia romántica americana, el vuelco que toma la historia y el desarrollo de los personajes nos lleva a pensar más allá, mostrándonos un cuadro realista de lo aterrador que puede ser la vida de un adolescente cuando decide tomar un camino diferente. La cinta abarca temas de relevancia actual como el bullying tanto físico como virtual que últimamente ha cobrado tantas víctimas, algunas de las cuales han terminado en suicidio.
Yo soy Simón resulta una alentadora y divertida lección dedicada a todos los públicos sobre la tolerancia y el respeto, sin necesidad de convertir al gay en la caricatura dramática de la canción de Colón, mostrada en tantas películas de la época.